En la nota anterior habíamos comenzado a dar una serie de consejos especiales para realizar determinados ejercicios. Tiene que ver con la posición de nuestras piernas a la hora de realizarlos, de forma que no cometamos errores clásico que desvían la fuerza de donde debería estar realizándose y además evitemos lesionarnos. Ya estuvimos hablando sobre las dominadas, ahora queremos hablar sobre las flexiones, ¡presta mucha atención!
En el caso particular de las flexiones las piernas cumplen un papel muy importante en el desempeño de los ejercicios, ya que estas son uno de los puntos de apoyo que vamos a tener a la hora de trabajar el pectoral con este ejercicio. En caso de que no las apoyemos correctamente entonces nos ayudarán más de la cuenta a la hora de elevar nuestro cuerpo con los pectorales y no estaremos realizando la fuerza en el lugar debido.
Por tanto, cómo debemos colocarlas, esto es muy sencillo, simplemente debes colocarlas ligeramente separadas entre sí y totalmente rectas, formando con la columna vertebral una línea recta. Verás que si haces esto la tensión del ejercicio se concentrará en la parte superior del cuerpo, que es la que soportará toda la tensión del ejercicio. Es muy importante que en ningún momento las piernas se doblen ni por la cadera ni por la rodilla, en caso de que esto suceda entonces conseguiremos será un efecto menos del que andamos buscando.
Es importante que siempre tengamos en cuenta que este ejercicio debe estar enfocado en un grupo muscular que puede ser el pectoral, o por el contrario el tríceps, ya que dependiendo de la apertura de los brazos incidiremos más en una zona o en otra. Por este motivo el resto de partes del cuerpo no debe intervenir en el desarrollo del ejercicio, ya que de este modo lo único que conseguimos será trabajar deficitariamente las partes en las que nos queremos centrar.
En primer lugar es importante tener en cuenta que el cuerpo simplemente hace las veces de peso muerto que debemos levantar con la fuerza del pecho y de los brazos. Por este motivo debemos mantenerlo recto en todo momento como si se tratase de un ser inerte y sin movilidad, ya que de nada servirá arquear la espalda o doblarnos hacia un lado u otro haciendo contorsiones raras, ya que de este modo lo único que podemos conseguir es lastimarnos esta parte del cuerpo.
Los pies deben servir como apoyo únicamente, en ningún caso serán un medio para elevarnos sin hacer fuerza con los músculos trabajados. Por ello los apoyaremos solamente por las puntas y no los moveremos a lo largo de todo el recorrido. Lo mismo sucede con las muñecas, que simplemente son un punto de apoyo, pero pueden convertirse en un problema si no tenemos cuidado al hacer que intervengan en el ejercicio, ya que debemos apoyar la palma y no cargar el peso sobre ellas, por ello es necesario que coloquemos las manos de la manera más cómoda para nosotros, pues podemos hacernos daño si sobrecargamos esta parte. Para evitar que esto suceda es necesario calentar antes las muñecas a conciencia y sobre todo saber colocar las manos en el suelo, ya que deben estar separadas y a la altura del pectoral para conseguir el efecto buscado a todos los niveles.
Los brazos son una herramienta importante, ya que ellos serán los que nos permitirán subir y bajar en todo momento, por ello debemos cuidar que tengan la postura adecuada que será con los codos flexionados ligeramente y colocados hacia afuera de manera que con los brazos formemos casi un ángulo recto que nos permita bajar sin problemas el tronco y levantarlo. Es necesario que tengamos esto en cuenta a la hora de hacer flexiones.