Consejos para el embarazo y amamantamiento, son dos de las épocas en que la mujer debe vigilar su alimentación, no sólo por beneficio propio sino de su bebé; durante estas dos fases la mujer debe olvidarse de hacer dieta, sino que anteponer la salud ante todo.
Hay nutrientes que deben ser cubiertos día a día para evitar problemas, desde la temida anemia hasta la prevención de la osteoporosis; alimentarse sano es además es el mejor regalo para su bebé.
Durante el embarazo se debe consumir folatos (acido fólico), hierro, y calcio. La demanda es un 50% más que una alimentación normal.
Durante el amamantamiento: aumentar el 50% de ingesta de Vitamina A, y el 35% de Vitamina C.
Alimentos recomendados:
Frutas: todas ellas, especialmente palta, mango, fresa (frutilla), ciruela, ananá, uvas, fruta cítrica, frambuesa, chirimoya, melocotón (durazno), plátano (banana), sandía y acerola.
Verduras y hortalizas: variar el consumo, utilizar espinacas, brócoli, coliflor, remolacha, zanahoria, rúcula, zapallo, achicoria, alcaucil, berro, escarola, chauchas, perros.
Oleaginosas y semillas: variar su uso, tener cuidado de se moderada las opciones mas ricas en aceite, en caso de que haya facilidad para las nauseas.
Lácteos: muy recomendados leche y derivados.
Mucho líquido, especialmente agua natural.
Evitar: bebidas alcohólicas, bebidas estimulantes (café, té, chocolate, gaseosas), condimentos irritantes, bocaditos salados tipo snack, frutos del mar y embutidos.
En cuanto a la «recomendación» de quitarse el sujetador o de utilizar aquellos que dejen libre el pezón (para favorecer el roce de este con la ropa), aunque no es contraproducente, tampoco es una medida eficaz para prevenir lar grietas, ni ayuda a disminuir el dolor de las primeras tomas.
Además de esto, hay madres que encuentran útil llevar camisetas o camisas de lactancia cuando salen a la calle con el bebé. Estas prendas vienen con una especie de solapa o cubierta muy útil para poder amamantar fácilmente y con discreción.
También necesitarás una cierta cantidad de almohadillas para el brasier, que absorben la leche que gotea de tus senos al comienzo de la lactancia.
El llanto de otro bebé o la visión de un pequeño pueden ser suficientes para estimular el flujo de leche cuando menos te lo esperas. Puedes comprar almohadillas desechables de antemano.
Y si ves que las usas mucho, siempre puedes pasarte a almohadillas lavables, las cuales, a la larga, pueden resultar más cómodas y baratas.