En cuanto a la salud, todo empieza por una buena alimentación: sana, equilibrada, diversa y -en lo posible- económica. Aquí llegamos al punto clave sobre el que hoy reflexionamos y aportamos puntos de partida: economizar en términos de alimentación sólo se traduce en dos acciones, que deben ser cuidadosamente planificadas y ejecutadas.
No hay que seguir pautas estrictas. La alimentación no debería admitir dogmas. Es bueno tener conocimientos, saber que terreno se pisa y ampliar información para conseguir una dieta equilibrada, pero sobre todo, es más importante buscar tu propio estilo, comprobando que lo que comes te sienta bien y lo incorporas con facilidad a tu vida.
Vale aclarar y enfatizar, en que hablamos de economizar sin resentir calidad y beneficios nutricinales, es decir: el costo no debe ser la salud. Es posible hacer economía en varias partes de la cadena que conduce a nuestra ingesta de alimentos y hoy nos detenemos en una de ellas: el momento de elegir alimentos o pensar qué cocinar.
Vamos a los consejos directamente:
- Compra y cocina alimentos de temporada; siempre cuando un alimento abunda, es más barato; por el contrario cuando escasea, es más caro. Consumir los alimentos de temporada siempre es garantía de ahorro; una buena idea -dependiendo del alimento- es cocinarlo en conserva (por ejemplo en almíbar) para disponer de ellos todo el año.
- Optimiza tu compra y desecha lo menos posible; por ejemplo al comprar carne con hueso, o pollo reserva los huesos para hacer un buen caldo. Otro ejemplo clásico son las acelgas: no deseches sus tallos, puedes hervirlos y pasarlos por huevo batido y pan rallado para luego freírlos. Una exquisitez…, si nunca lo probaste haz la prueba y te acordarás de mi.
- Si tienes posibilidad cultiva todas las hortalizas que puedas; por ejemplo tomates, pimientos y aromáticas son muy fáciles de cultivar incluso en tiestos en una terraza o balcón.
- Lleve una lista cuando va de compras: Tener una lista le ayudara a mantenerse enfocado en el plan de comidas y a reducir la tentación de comprar cosas que no necesita.
- No vaya de compras cuando tiene hambre: la tentación es mayor cuando se tiene hambre. Coma primero y se verá menos inclinada a gastar dinero extra en esos productos de comida que se encuentran cerca del cajero y que son altos en calorías y grasas y con un bajo nivel nutritivo. ¡Son las botanas! Trate de ir de compras después de comer y ¡tendrá menos deseos de comprar esos pretzels cubiertos de chocolate!
- Compre por el perímetro de la tienda: los expertos en mercadotecnia colocan los alimentos más saludables en las esquinas más alejadas de la tienda para que el comprador tenga que pasar frente a los otros productos antes de encontrar las frutas y verduras, fuentes de proteínas como las aves y carnes y productos lácteos y cereales.
- Piense en la proteína: Compre carne y aves que estén en oferta y use estos productos para preparar guisados, sopas y chili. De esa manera puede hacer rendir más estos productos que son más caros. Los frijoles son una gran fuente de proteína y tienen un bajo contenido de grasa y un alto contenido de fibra.
- Planee sus comidas con anticipación: La mejor manera de ahorrar dinero es si planea sus comidas con anticipación. Si compra alimentos sin procesar mejorará su salud y también ahorrará dinero. El agregar conservantes y aditivos a los alimentos y empacarlos, tiene un costo por el que usted, el consumidor, paga. Es mucho más barato comprar arroz a granel en lugar de productos de arroz ya preparado. El arroz integral contiene más fibra que el blanco.