El hibisco es una hierba de origen asiático que ha sido usada desde tiempos inmemoriales para cuidar de la salud humana. Sus flores se usan para decorar y la planta se aplica en diversos tratamientos naturales. Hoy veremos cómo usar el té de hibisco como remedio casero.
Beneficios del té de hibisco
Colesterol
El té de hibisco puede emplearse para regular el colesterol pues posee propiedades que reducen sus niveles en sangre. Como consecuencia, se previenen infartos y enfermedades cardiovasculares.
Presión arterial
Otro de los efectos beneficiosos del té de hibisco es que se reduce la presión arterial del cuerpo. Las personas hipertensas deben sumar este remedio a sus hábitos regulares, lo cual puede curar el trastorno completamente.
Cómo hacer té de hibisco
Pon cuatro tazas de agua a calentar en una cacerola mediana. Una vez que el agua comienza a hervir, apaga el fuego.
Añade en el agua 8 flores frescas de hibisco o dos cucharadas de pétalos secos. Agrega una o dos ramitas de canela, dependiendo de lo fuerte que te guste el té.
Cubre la cacerola y deja reposar las flores del hibisco y las ramitas de canela durante 15 o 20 minutos. No dejes las flores en el agua más de 20 minutos o el té te quedará amargo. Si deseas hacer un té más fuerte, añade más flores en lugar de dejarlas más tiempo.
Cuela el té de hibisco en una jarra. Añade el jugo de un limón pequeño y azúcar o miel para endulzarlo. También puedes dejar la jarra sin endulzar y permitir que cada invitado añada su propio edulcorante.
Vierte el té sobre hielo en vasos individuales cuando lo sirvas. Si así lo deseas, puedes adornar cada vaso con una rodaja de limón. Puedes guardar lo que sobró en el refrigerador hasta tres días, antes de desecharlo.