La sal procedente de las aguas del balneario de Ems, en la República Federal de Alemania, se recomienda para el tratamiento de la tos y la ronquera, especialmente en los casos catarrales crónicos de las vías respiratorias altas.
Su contenido en bicarbonato la sal de Ems puede ingerirse asimismo contra la hiperacidosis gástrica.
Modo de empleo de la sal de Ems
Las aplicaciones de la sal de Ems, como remedio casero, son sumamente variadas: para hacer gárgaras y para lavados nasales, se diluye 1 cucharadita rasa de sal en 1/4 de litro de agua templada. Los gargarismos han de repetirse lo más frecuentemente posible. (Esta misma solución puede usarse para lavados nasales, sorbiendo una pequeña cantidad vertida en la palma de la mano). La solución antedicha, añadiéndole miel, resulta un eficaz remedio contra la tos y fluidifica la mucosa.
Muy eficaz es, asimismo, un antitusivo a base de sal de Ems con miel y cebolla
Se hierve 1 cebolla bien picada junto con 10 g de miel de abeja y una vez enfriada la mezcla se añaden 3 cucharaditas de sal de Ems removiéndola bien. El «puré» resultante deberá tomarse en dosis de 1 cucharadita tres veces al día. También para inhalaciones, preferentemente con ayuda de un atomizador, la sal de Ems proporciona buenos resultados. El preparado a utilizar se obtiene disolviendo 1 cucharadita colmada de sal en 1/4 de litro de agua a unos 3 7° C.
De uso poco frecuente, pero muy eficaz, la sal de Ems es un remedio casero eficaz para el lavado de ojos cansados: Se disuelve 1 cucharadita de sal de Ems en 1/2 litro de agua hervida (templada) y antes de acostarse se lavan los ojos utilizando un recipiente idóneo de venta en farmacias.