Todas las mujeres debemos de aprender y practicar a realizarnos un autoexamen de pecho para prevenir el cáncer de mama. Realmente es sencillo y podéis seguir los pasos que os indicamos a continuación.
Es difícil no conocer a alguien de nuestro entorno más cercano que no haya pasado por un cáncer de mama, son muchas las mujeres que lo padecen y es el momento de que cada vez tomemos más conciencia y nos acostumbremos a prevenirlo.
A pesar de que es conocido, todavía hay una labor de prevención y difusión que hay que realizar, una labor de apoyo a todas las mujeres que están pasando por esta situación y por ello quería compartir con vosotras este vídeo que contiene 8 historias reales de fuerza, valentía y superación.
Autoexamen de pecho
Ponte frente a un espejo bien iluminado y pon las manos tras la cabeza con los codos hacia arriba, observa si hay algún cambio en tus senos: si hay una textura diferente o ha cambiado la coloración de la piel, la posición del pezón, la forma y el tamaño, si ves bultos o hundimientos.
Examina la mama derecha colocando la mano derecha tras la cabeza, con la izquierda presiona en movimientos circulares y siguiendo las agujas del reloj para detectar alguna superficie de masa (bulto) o que te produzca dolor.
Es el momento de centrarse en el pezón, lo presionas con el dedo índice y pulgar para ver si hay secreción o sangrado.
A continuación, examina con la yema de los dedos la axila en movimientos circulares para ver si hay bultos.
Una vez que termines será el momento de pasar a la otra mama y la axila.
Recuerda, hazlo el segundo o tercer día después de haber finalizado el periodo.
Algunas investigaciones sugieren que muchas mujeres se hacen el BSE más a fondo cuando utilizan un patrón de líneas o franjas hacia arriba y hacia abajo. Otras mujeres se sienten más cómodas con otro patrón. Lo importante es cubrir todo el seno y prestar atención especial a la zona entre el brazo y la axila, incluida la axila misma. Revise la zona sobre el seno hasta la clavícula y siga hasta el hombro.
- Líneas: Comience por la zona de la axila y desplace los dedos hacia abajo poco a poco hasta que se encuentren debajo del seno. Luego mueva los dedos ligeramente hacia el centro y regrese lentamente hacia arriba. Siga subiendo y bajando hasta que haya cubierto toda el área.
- Círculos: Comenzando con el extremo exterior del seno, mueva los dedos lentamente alrededor de todo el seno trazando un círculo. Desplácese alrededor del seno en círculos cada vez más pequeños para acercase cada vez más al pezón. No olvide revisar la axila y la parte superior del pecho también.
- Cuñas: Comience por el extremo exterior del seno y mueva los dedos hacia el pezón y de regreso al extremo exterior. Revise todo su seno y cubra secciones pequeñas, con forma de cuña, por vez. Asegúrese de revisar la zona de la axila y la parte superior del pecho.
La American Cancer Society recomienda usar tres niveles distintos de presión para examinar sus senos:
- presión ligera – para examinar el tejido más cercano a la piel
- presión media – para palpar un poco más profundamente
- presión firme – para palpar el tejido más profundo cercano a las paredes del tórax.
6. Algunas mujeres repiten el paso 5 bajo la ducha. Sus dedos resbalarán más fácilmente sobre la piel enjabonada y podrá concentrarse en la búsqueda de cambios.
¿Qué hacer si siente un bulto?
Uno de los momentos más atemorizantes para una mujer es descubrir algo distinto o fuera de lo común durante un autoexamen de senos. Una de las razones más importantes para realizar autoexámenes regularmente es saber qué es lo normal en su caso particular. Si encuentra un bulto, es importante que no entre en pánico.
Si descubre un bulto en un seno, siente algo “diferente” en el tejido o siente un bulto definido, puede haber una razón válida para preocuparse y es importante ponerse en contacto con su médico. A veces, los bultos pueden ser causados por cambios menstruales, sin embargo, si tiene secreción del pezón o cambios en la piel como aparición de hoyuelos o arrugas, su médico puede pedirle que acuda inmediatamente al consultorio.
Es natural sentir miedo al descubrir un bulto, pero no permita que la posibilidad de un cáncer retrase la toma de medidas. Recuerde que la mayoría de los bultos son benignos (no cancerosos).