Cerveza casera: cuáles son sus beneficios y cómo prepararla

Jesus L. Rodriguez

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La cerveza es una de las bebidas más populares que se presta para todo tipo de celebración, por lo que no es raro que varias culturas (especialmente europeas) hayan prestado gran importancia al arte de preparar y beber cerveza.

Tanto es así que en muchos países puede irse a cualquier tienda y comprar un kit para preparar cerveza casera, y si bien lo que a continuación te vamos a proponer no es uno de estos kit, de igual forma podrás obtener una deliciosa cerveza casera llena de beneficios para la salud, siempre y cuando la consumas con moderación.

Beneficios de la cerveza artesanal

Si bien las bebidas alcohólicas muchas veces tienen una mala publicidad, lo cierto es que la cerveza casera, así como el vino, posee varios beneficios para la salud, entre los que se pueden distinguir la disminución del colesterol malo y la reducción del riesgo de coágulos de sangre y de la obstrucción de las arterias, además de brindarle al organismo un alto contenido en flavonoides y vitamina B.

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Cómo preparar cerveza artesanal
Ingredientes para 10 litros de cerveza casera

3 kgs. de cebada malteada
10 ltrs. de agua
12 grs. de lúpulo
6 grs. de levadura
10 cucharaditas de azúcar aproximadamente
1 airlock

Preparación

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Muele la cebada malteada en una licuadora o procesadora hasta que la mayor parte del grano quede resquebrajado.
Ahora debes filtrar el grano procesado para eliminar todo el polvillo y el residuo generado.
Luego pon a calentar 7 litros de agua, cuidando que no exceda los 67 ºC, por lo que te resultará de ayuda contar con un termómetro.
Cuando el agua haya hervido y eliminado todo rastro de cloro, vierte todo el grano de cebada y déjalo cocer durante unos 90 minutos, removiendo cada tanto.
Una vez pasado este tiempo, deberás filtrar la preparación para separar el agua (nuestra futura cerveza) de los residuos del grano. Presta mucha atención en retirar cualquier partícula, por lo que resulta conveniente que realices por lo menos un par de filtrados.
Una vez que tengas el líquido libre de residuos, colócalo a hervir durante 1 hora.
Cuando hayan transcurrido 30 minutos aproximadamente, añade 12 gramos de lúpulo y remueve un poco.
Pasada la hora, ya tendrás tu caldo para cerveza listo. Solo debes enfriarlo rápidamente colocando la olla en un recipiente con agua fría y remover continuamente.
En teoría, ya tienes tu cerveza preparada. Solo falta que el tiempo y la fermentación hagan su trabajo, para lo que verterás tu caldo en el recipiente que hayas destinado para el fermentado. Puede ser un tonel, un bidón de surtidores de agua, o una damajuana o botellón de vidrio.
Ahora coloca un poco más de agua para completar los 10 litros y obtener así una cerveza más ligera. Si en cambio la prefieres fuerte, puedes utilizar directamente los 10 litros de agua en el proceso de cocción, en lugar de los 7 que te habíamos comentado.
Añade la levadura al recipiente donde vas a almacenarla.
Ahora tapa tu botellón con el adaptador de goma que viene incorporado al airlock. Este aparato va a permitir liberar el dióxido de carbono generado durante la fermentación, pero sin permitir el ingreso de aire. Recuerda llenar con agua hasta el nivel indicado el compartimiento del airlock destinado para ello.
Cuando hayas realizado todos los pasos anteriores, verás como el agua del airlock comienza a burbujear, lo cual significa que el proceso de fermentación se ha puesto en marcha, y cuando las burbujas desaparezcan, luego de unos 6 días aproximadamente, significará que la cerveza está lista. De todas formas, si la dejas reposar un poco más obtendrás una bebida mucho más asentada y sabrosa.
Cuando hayan pasado estos días, puedes comenzar a embotellar tu cerveza. Utiliza botellas siempre de vidrios, añadiendo previamente ½ cucharadita de azúcar en cada botella individual o de 1 litro. Las botellas con tapa de plástico te resultarán más cómodas, ya que si utilizas las típicas “chapitas” necesitarás una máquina especial para sujetarlas a la botella.

Ahora que tu bebida está embotellada, deberás dejarla efectuar un segundo fermentado durante 6 a 30 días, y tendrás lista una cerveza casera y natural, que además de sabrosa te estará brindando algunos beneficios para tu salud. Solo recuerda consumirla con moderación. 

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