El síndrome de piernas inquietas, es un problema nervioso que provoca impulsos que no se pueden frenar al pasear, levantarse o caminar, sintiendo una incomodidad que solo se quita si se mueven las piernas; ya que este movimiento detiene la sensación desagradable por un corto periodo de tiempo. Este es un trastorno que afecta a muchas personas y que provoca la necesidad o deseo de mover las piernas para lograr interrumpir algunas sensaciones molestas; siendo una enfermedad que padecen principalmente personas adultas y de la tercera edad.
Síndrome de piernas inquietas causas y síntomas
No se conoce con exactitud la causa del síndrome de piernas inquietas, pero esta es una condición que empeora con el estrés, siendo además relacionada con un problema en las células del cerebro, las que utilizan la dopamina, químico cerebral que ayuda a realizar el movimiento muscular; pero también esta es una condición que se relaciona con otras enfermedades. Quienes tienen una enfermedad renal crónica, deficiencia de hierro, diabetes, neuropatía periférica, mal de Parkinson y esclerosis múltiples, pueden desarrollar este síndrome.
Aunque también las embarazadas, quienes usan medicamentos como bloqueadores de los canales de litio, calcio o neurolépticos, están suspendiendo el uso de sedantes y consumen cafeína, también pueden tener el síndrome de piernas inquietas. El que se transmite con frecuencia de padres a hijos, siendo este un factor que explica porque algunas personas lo desarrollan a temprana edad.
Lo síntomas de esta enfermedad, son generalmente una sensación desagradable en la parte inferior de las piernas, las que provocan unos deseos que no se pueden contener de mover las piernas, teniendo sensaciones de arrastre y gateo, tirones o jalones, molestia, dolor, palpitaciones y una picazón. Estas sensaciones son peores durante la noche cuando se está acostado, aunque también pueden ocurrir algunas veces durante el día, teniendo una duración de una hora o más; presentándose en la parte inferior de las piernas, pero también en los brazos o pies, lo que se puede aliviar si se mueve o estira el cuerpo.
Los síntomas del síndrome de piernas inquietas pueden dificultar algunos viajes donde se debe permanecer sentado por mucho tiempo, lo que también puede ocurrir en clases o en reuniones de trabajo. Donde una alteración emocional y el estrés pueden empeorar los síntomas de esta condición.
La mayoría de las personas que tienen este síndrome, tienen movimientos rítmicos en sus piernas durante la noche cuando duermen, lo que se denomina, trastorno de movimiento periódico de las extremidades, donde sus síntomas dificultan el dormir, donde además una falta de sueño puede provocar; confusión, somnolencia diurna, depresión, ansiedad o dificultad para concentrarse.
Tratamiento para el síndrome de piernas inquietas
Los síntomas son los que determinan si una persona padece el síndrome de piernas inquietas, ya que generalmente los exámenes no pueden determinar esto. Donde ciertos cambios en el estilo de vida, pueden ayudar a hacer frente a esta condición y a aliviar los síntomas para mejorar el estilo de vida; por eso se recomienda dormir lo suficiente y para esto se debe ir a la cama y levantarse todos los días a la misma hora, para tener un horario establecido que facilite el descanso.
También se recomienda el uso de compresas frías o calientes, probando cuál de las dos, disminuye los síntomas de este síndrome; donde relajar los músculos con estiramientos suaves, baños calientes y masajes también puede ayudar. Algunas maneras de aliviar la tensión y relajarse, son los ejercicios de meditación o yoga, actividad que puede ser de mucha para relajar los músculos.
Además algunas personas que duermen con calcetines, tienen una mejor calidad del sueño, ya que las personas que padecen este síndrome permanecen con los pies fríos, lo que se puede solucionar al dormir con calcetines, ya que ayuda a mantener la temperatura corporal reduciendo algunos síntomas.
Para que los síntomas no empeoren, se debe evitar el alcohol, la cafeína y el tabaco, donde el uso de algunos tranquilizantes recomendados por un médico, pueden ayudar a calmar los malestares. Destacando que este síndrome no es peligroso, pero si puede ser molesto y perturbar el sueño afectando la calidad de vida de las personas, por eso se debe visitar a un médico si se ve interrumpido el sueño y si se tienen algunos síntomas del síndrome, los que pueden empeorar en poco tiempo.