El cáncer con mayor índice de mortalidad en la población masculina es el de pulmón y, en las mujeres, el de mama según se ha difundido hoy en un informe del Registro de Incidencia y Mortalidad en Pacientes con Cáncer (RIMCAN) que releva datos acumulados de la Sociedad de Medicina General desde 1991 a 2005, y los exclusivos de éste último año.
Aunque en mujeres la tasa de mortalidad en España es baja respecto a países europeos, alarma su crecimiento en la última década, llegando a duplicar su incidencia.
Mortal y con mal pronóstico
Si hablamos de mortalidad. Es el tumor más frecuente en todo el mundo y se registran 1,2 millones de muertes al año, siendo la causa principal de muerte en hombres. En España, esta cifra es cercana a las 18.000 personas (16.000 hombres y 2.000 mujeres).
Pero, además, se trata de un tipo de cáncer con un pronóstico poco halagüeño. Así, del total de pacientes con cáncer de pulmón, sólo un 40% está vivo un año después del diagnóstico, y sólo un 12% a los cinco años, según datos del estudio
EUROCARE-4.
En mujeres…
La incidencia de cáncer de pulmón en la mujer ha crecido de manera importante, debido al aumento del consumo de tabaco en la década de los noventa. Sin embargo, su frecuencia aún está bastante por detrás del cáncer de mama, del colorrectal y de los tumores ginecológicos. En España, por cada 9 hombres con cáncer de pulmón, hay una mujer. Sin embargo, hay que destacar un dato: la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres se ha duplicado en los últimos diez años y crece a una tasa del 4% anual.
Nuevas estrategias y tratamientos
Con todo, los datos no nos deben llevar a pensar que un diagnóstico de cáncer de pulmón es una sentencia de muerte. Por el contrario, los índices de supervivencia europeos han mejorado y se espera que lo sigan haciendo en el futuro. Un tema recurrente es la detección en un estado avanzado, en el 60% de los casos, ya que es fundamental su diagnóstico en estados iniciales cuando hablamos de supervivencia.
En la actualidad, se está trabajando en nuevas estrategias de tratamiento en cáncer de pulmón en estado avanzado, basadas en fármacos inhibidores de las mutaciones de genes (se ha comprobado que en el 40% de los cánceres de pulmón se produce una mutación en ciertos genes). Si es posible actuar de forma individualizada, previniendo dichas mutaciones, el avance de la enfermedad se podría controlar.
Con todo, no debemos olvidar, que la mejor arma contra el cáncer de pulmón
es no fumar.