Los buenos hábitos de higiene son esenciales en el cuidado de la salud. Si no nos bañamos con frecuencia, olvidamos de lavarnos las manos o no nos cepillamos los dientes luego de comer, estaremos en condiciones de contraer muchas, y graves, enfermedades.
Como no somos individuos aislados del mundo, la higiene personal también es importantísima para interactuar con quienes nos rodean. ¿Te gustaría vivir con alguien que se ve y huele mal? ¡Seguro que no! Por eso, te exigimos que sigas estos buenos hábitos de higiene.
Lava tus manos.
Este es uno de los hábitos de higiene básicos. Debemos lavarnos las manos con agua y jabón antes de ir a comer, cuando llegamos de la calle, después de toser, estornudar o tocar dinero o basura. La higiene de manos es esencial para protegernos de virus y bacterias. Si no tienes agua y jabón, aséate con alcohol en gel.
Báñate regularmente.
Cuando nos bañamos, no sólo quedamos más limpios, frescos y relajados sino que además removemos las células muertas que se acumulan en la piel y el cabello. No necesariamente tienes que bañarte o lavarte el cabello todos los días, pero sí tienes que hacerlo con frecuencia. No bañarse puede causarnos enfermedades.
Corta tus uñas.
Unas uñas sucias o demasiado largas no se ven agradables. Corta las uñas de las manos y los pies a menudo para tener un aspecto prolijo y evitar infecciones.
Lava tus dientes.
Una mala higiene bucal causa varios problemas en nuestra boca: se acumulan bacterias, se debilitan los dientes y se dañan las encías. Además, tendremos una sonrisa poco atractiva. Lava tus dientes después de cada comida, cuando te levantes y vayas a dormir y no te olvides del hilo dental, que es tan importante como el cepillado. Visita tu odontólogo un par de veces al año para tener todo bajo control.
Como habrás visto, los buenos hábitos de higiene son costumbres cotidianas. Debes habituarte a ellas para proteger tu salud y tener un aspecto limpio y sano ante los demás.
La higiene es fundamental para nuestra salud, y aunque para los que vivimos en el mundo desarrollado lavarnos las manos, ducharnos una vez al día y cepillarnos los dientes después de comer sea algo más que establecido, muchos países ven cómo una falta de aseo sigue generando muertes y enfermedades que se podrían evitar perfectamente.
Los hábitos higiénicos guardan relación con las demás actividades fundamentales que a diario ocupan al niño: comer, dormir, jugar, control de esfínteres y mantener el cuerpo limpio y convenientemente vestido. La mayor parte de estos hábitos son adquiridos en los primeros 3 ó 4 años de vida. Una vez establecidos no se olvidan jamás.
Los hábitos higiénicos presentan las siguientes ventajas:
- Contribuyen al bienestar físico del organismo.
- Colaboran con el bienestar psíquico del niño/a.
- Son elementos esenciales en el comportamiento adecuado del individuo.
- Permiten economizar tiempo y esfuerzo intelectual en el cumplimiento de una serie de actos rutinarios dela vida diaria.
Formación de Hábitos de Higiene
La práctica de la higiene personal es una cuestión de responsabilidad individual que se adquiere a través de un proceso de educación, correspondiente a padres y profesorado, por ello he de destacar que es un tema básico en el desarrollo de los programas de la educación para la salud.
Cuando el niño/a acude a la escuela presenta unos hábitos de higiene, más o menos adquiridos en el domicilio familiar; en la escuela estos hábitos han de ser reforzados o sustituidos según su carácter.