Las semillas negras, conocidas científicamente como Nigella sativa, se consideran como un ingrediente habitual dentro de las comidas indias y orientales. Estas semillas también son conocidas como semillas de cebolla, kalonji, semillas de la flor de hinojo, entre otros nombres.
Antes de analizar los beneficios de las semillas negras, primero se puede comentar que estas semillas cuentan con un sabor amargo y algo picante, además de tener un aroma muy similar al que genera el orégano. Por lo general, dentro de platos de comida, las semillas negras se utilizan para agregar sabor al curry, así como a platos salteados de verduras.
Por múltiples décadas, las personas han utilizado a estas semillas como un remedio efectivo para controlar dolencias, principalmente, porque no cuentan con efectos secundario en la mayoría de las personas.
Beneficios de las semillas negras
La mayoría de los beneficios de las semillas negras se ven atribuidos a tres productos químicos naturales, además del calcio, hierro, proteína, potasio y fibra con las que cuenta.
Disminuye una presión arterial elevada: Las semillas negras cuentan con un efecto antihipertensivo. Según los datos recogidos en un estudio del 2008 por el diario de la farmacología, el hacer uso de estas semillas cada día por cerca de dos meses, genera un efector reductor en la presión arterial, especialmente en pacientes que sufrían de hipertensión.
Sumado a lo anterior, estas semillas ayudan a disminuir los niveles de lipoproteína que cae dentro de la categoría de lo que conocemos como el colesterol malo, aumentando de paso la salud de nuestro corazón.
Por lo general cuando se sufre de hipertensión, se recomienda el consumo de entre 100 a 200 miligramos de semillas negras, sin embargo, es recomendado consultar a nuestro médico para evitar cualquier riesgo.
Mejora la memoria: Otro de los grandes beneficios de las semillas negra es que nos ayuda a mejorar nuestra memoria. Esto se debe a las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen a las neuronas.
Se recomienda el consumir media cucharadita de semillas negra dos veces al día o tomar un suplemento derivado de estas, de igual manera, si se optara por un suplemento, se deberá consultar al médico.
Puede ser utilizado como un tratamiento para el asma: El aceite que se puede generar con la semilla negra cuenta con un efecto antiasmático potente.
Esta propiedad antiasmática nos puede ayudar a reducir la intensidad de los síntomas vinculados con el asma y promueve la recuperación de esta condición cuando es leve. El aceite de estas semillas nos ayuda a reducir la inflamación que se generan en las vías respiratorias e inhibe la secreción de mucosidad en exceso.
Contra la diarrea: Otro de los beneficios de las semillas negras, es que nos puede ayudar a controlar la diarrea. Las semillas negras se consideran como buenas para poder tratar los problemas estomacales como es la diarrea, gases, estreñimiento y cólicos.
Contra la caída del cabello: La caída del cabello es considerada como una de las afecciones más comunes de las personas con el paso de los años. Una condición, que suele afectar a la mayoría de los hombres por sobre los 45 años. Para poder controlar este problema, se puede recurrir a las semillas negras, específicamente, gracias al aceite derivado de estas.
El aceite de semilla negra nos puede ayudar a reducir la pérdida del cabello gracias a que cuenta con poderosas propiedades antioxidantes, además de propiedades antimicrobianas, las cuales ayudan a fortalecer los folículos pilosos en el cuero cabelludo, lo que eventualmente lleva a reducir la pérdida de cabello. Además, esta semilla cuenta con propiedades antifúngicas, lo que evita infecciones que puedan causar una pérdida de nuestro cabello.
Otro de los beneficios de las semillas negras de cara al cuidado del cabello, es que también cuenta con una cualidad hidratante que llega a proteger el cabello del daño, logra acelerar el crecimiento del pelo y de esta manera promueve un cabello mucho más sano.
Para generar un tratamiento en casa, se deberá mezclar en cantidades iguales de un poco de aceite de semilla negra, junto con aceite de oliva.
Esta mezcla deberá ser calentada y posteriormente frotar sobre el cuero cabelludo. Tras 30 minutos, procederemos a lavar la zona del cuero cabelludo. Este es un tratamiento capilar que puede ser aplicado un par de veces a la semana para detener la pérdida del pelo.