El bálsamo es una hierba de poco altura ya que alcanza los 20 cm. Crece en zonas montañosas del Pirineo y de España. Su nombre científico es saxífraga geranoides. Sus flores blancas crecen en forma de ramilletes dándole un aspecto agradable Esta hierba no es tan conocida en la medicina natural, se conoce poco sobre sus aplicaciones pero se sabe que toda la planta contiene principios activos y por ende usos medicinales. Se recomienda recolectar al bálsamo en época de floración ya que los principios activos están más potentes pero se la debe dejar secar antes de prepararla para ser usada.
No es tan fácil de conseguir esta planta, quizás por esta razón no es popular como otras hierbas. Las propiedades medicinales que se le reconocen a esta planta son como vulnerarias, astringentes, cicatrizantes. Esta planta es eficaz para tratar heridas, llagas, aftas, en forma externa en cualquier zona del cuerpo. No se usa el bálsamo en forma interna ni en te o infusión. El uso más habitual que se hace de esta hierba es mediante la aplicación de un preparado de aceite de oliva con un puñado de bálsamo el cual se coloca en una botella o recipiente bien tapado y se deja reposar por 40 días.
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Luego esparce por la zona del cuerpo lastimada y se la cubre con una gasa por un rato. El aceite de oliva debe ser de buena calidad y una vez que se realizo el preparado se lo debe guardar en un lugar oscuro bien tapado para que las sustancias curativas se concentren y luego sea eficaz cuando se lo usa. El tratamiento debe realizarse durante unos días y 2 veces en el día cambiar el vendaje hasta que la herida este totalmente curada. No se debe mezclar medicamentos como cremas o lociones con este tipo de preparados naturales porque no se sabe que reacción puede producirse. El bálsamo ayuda a acelerar el proceso de cicatrización y curación de las heridas sin importar cuál fue su causa. No se conocen contraindicaciones para su uso pero se recomienda consultar al médico antes de usarlo como remedio casero.