¿Has escuchado alguna vez hablar de las algas espirulinas? No son tan conocidas como saludables y por ello he pensado en dedicar un post a conocerlas mejor dada su más que interesante riqueza en nutrientes.Como valor agregado a todos sus beneficios, menciono sin duda su potencialidad como factor coadyuvante en los intentos de perder peso. ¿Cuáles son sus principales atributos? No sabría por dónde empezar, pero elijo su riqueza en vitaminas: hablamos del conocido grupo B, integrado como la B1, B2, B3 y B12. Sigo por su potencialidad remineralizante, fundamentada especialmente en hierro, calcio, cobre, zinc, fósforo, sodio, selenio, potasio, manganeso y magnesio. No se queda atrás en proteínas y en aminoácidos como el triptófano, por lo que estas algas son ampliamente recomendadas para deportistas y personas con elevado desgaste energético. Estamos hablando de un alimento tan completo y tan beneficioso para personas de todas las edades, que no debería pasar tan desapercibido para el común de las personas. Poco a poco se va imponiendo en los ámbitos gastronómicos y culinarios, aunque increíblemente es más conocida desde épocas ancestrales gracias a sus propiedades medicinales. Si tienes unos kilos de más, hay varias razones a favor, para incluir el alga espirulina en tu dieta para adelgazar:
- En primer lugar, como otras algas, la espirulina es rica en yodo. Este ion estimula el funcionamiento de la glándula tiroides, con lo que se acelera el metabolismo y con él, la pérdida de peso.
- Además, los antioxidantes que posee la espirulina en su composición, estimulan el metabolismo a nivel celular, favoreciendo la utilización de las grasas como fuentes de energía.
- Por otra parte, la inclusión del alga espirulina en la dieta ayuda a controlar el apetito, gracias a los efectos saciantes que le aporta su alto contenido en mucílagos.
Uno de los más comunes efectos adversos de este alga es el dolor de cabeza, acompañado a veces por el dolor muscular, la sudoración excesiva, problemas en la concentración y también enrojecimiento. De todas formas, esto no necesariamente tiene por qué suceder. Se aconseja que no bien se sientan síntomas extraños a partir de su consumo, se suspenda el mismo.
Aquellas personas que padezcan de gota o fenilcetonuria no deben consumir alga espirulina. Es que contiene un aminoácido que puede llegar a causar una reacción adversa en tales casos.
También hay que tener precaución con el origen de las mismas, tratando de asegurarse que sean de buena calidad y de procedencia no dudosa. Es que algunos cultivos no (o mal) controlados pueden tener contaminaciones con metales y causar diarreas, vómitos, náuseas y problemas hepáticos.