Una alimentación saludable y equilibrada es fundamental para mantener altos niveles de energía y aumentar la productividad.
Los procesos más complejos del organismo necesitan del consumo de glucosa para llevarse a cabo.
Tenemos una lista una lista de algunos alimentos a consumir para mejorar y optimizar nuestras capacidades mentales a la hora de trabajar y pensar.
Las Bayas: las potentes combinaciones de antioxidantes que contienen pueden mejorar la memoria y la coordinación motora. El neurocientífico James A. Joseph dice que los antioxidantes en las bayas de contrarrestar el estrés oxidativo y la función como agentes anti-inflamatorios.
Los aguacates mantienen las membranas celulares del cerebro joven y flexible.
Los huevos contienen una grasa de tipo B colina llamada la vitamina que mejora la memoria y el tiempo de reacción.
Salmón tiene omega-3, proteínas, hierro y vitaminas B– que la memoria, la memoria razonamiento, y el enfoque.
Comer berenjenas mantendrá su cerebro “fuerte por mejorar la comunicación entre las células cerebrales y las moléculas mensajeras”.
La cafeína en el café mejora la memoria, e incluso “protege contra el espasmo del párpado”. También es rico en antioxidantes y aminoácidos.
El té verde, que tiene efectos neuroprotectores (ayuda al sistema nervioso).
El yogur también hace maravillas – que tiene proteínas, de toneladas de minerales y probióticos que ayudan al sistema digestivo.
Las verduras de hoja verde son probablemente lo mejor que se podía comer – que están cargados de vitaminas, minerales y fitonutrientes. El hierro, por ejemplo, ayuda a llevar más oxígeno al cuerpo (y cerebro), y mejora el control cognitivo. A pesar de que no sugieren beber en el trabajo, el vino tinto mejora significativamente la memoria a corto plazo y las habilidades motoras.
Los granos enteros como arroz integral están llenos de vitaminas y magnesio, que también mejora la salud cognitiva.
Los antioxidantes en el chocolate caliente a proteger las células cerebrales de estrés oxidativo.
El ajo contiene compuestos fuertes de antibacterianas y antivirales que ayudan a quitarse de encima el estrés inducido por los resfriados y las infecciones.
Pescados grasos: Los pescados grasos como el salmón, el atún y las sardinas son ricos en ácidos grasos omega-3, que son esenciales para la salud cerebral. Estos ácidos grasos pueden mejorar la función cognitiva y ayudar a mantener la concentración.
Frutos secos y semillas: Almendras, nueces, semillas de chía y semillas de calabaza son excelentes fuentes de grasas saludables, proteínas y fibra. Estos alimentos pueden proporcionar energía sostenida y ayudar a mantener la concentración durante todo el día.
Frutas y verduras: Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes y vitaminas que ayudan a mantener un cerebro saludable. Elige opciones como arándanos, aguacates, espinacas, brócoli y zanahorias, que pueden mejorar la memoria y la función cognitiva.
Huevos: Los huevos son una fuente de proteína de alta calidad y contienen colina, un nutriente importante para la salud cerebral. Consumir huevos puede ayudar a mejorar la memoria y el enfoque mental.
Granos enteros: Los granos enteros, como la quinoa, el arroz integral y la avena, proporcionan carbohidratos complejos que liberan energía de manera gradual y sostenida. Estos alimentos ayudan a mantener los niveles de azúcar en la sangre estables y brindan una fuente constante de energía para el cerebro.
Chocolate negro: El chocolate negro con un alto contenido de cacao puede mejorar el flujo sanguíneo al cerebro y proporcionar antioxidantes beneficiosos. Además, contiene cafeína en cantidades moderadas, lo que puede ayudar a aumentar la concentración y el estado de alerta.
Té verde: El té verde contiene compuestos antioxidantes y una pequeña cantidad de cafeína, lo que puede mejorar el estado de alerta y la función cerebral. Además, el té verde es conocido por sus propiedades relajantes y puede ayudar a reducir el estrés.
Recuerda que la clave para una mayor productividad no solo está en los alimentos que consumes, sino también en mantener una dieta equilibrada en general, hidratarte adecuadamente y evitar el consumo excesivo de alimentos procesados y azucarados. Además, es importante descansar lo suficiente y mantener un estilo de vida saludable en general.