Un videojuego ayuda en la lucha contra el sida

Jesus L. Rodriguez

La ciencia llevaba más de una década tratando de averiguar la estructura real de una enzima clave en el desarrollo del sida en macacos. Ningún resultado había sido aceptable hasta que, por agotamiento, un equipo de investigadores decidió plantear la incógnita como un juego en la red. La estrategia dio su fruto y, en menos de tres semanas, los jugadores de Fold.it–la denominación del videojuego diseñado por los departamentos de informática y bioquímica de la Universidad de Washington- habían dado con la clave.

La enzima en cuestión parece contribuir de forma determinante en la proliferación del virus en el organismo de los macacos. Para poder frenar su acción, los científicos necesitaban conocer su estructura real, en tres dimensiones, pero, aunque sí habían podido conocer su composición, la forma definitiva se les escapaba.

Las combinaciones posibles de su estructura eran inmensas y la ayuda de un ordenador no parecía suficiente para dar con la combinación más eficaz.

Precisamente para dar al proceso un toque ‘humano’ los investigadores echaron mano del videojuego on-line Fold.it. «Las personas tienen una capacidad de razonamiento en el espacio superior a la de los ordenadores», han comentado sus creadores, que desarrollaron un modelo virtual que permitía a los jugadores on-line ‘buscar’ la forma de distintas proteínas respetando las reglas básicas de la química.

Desde su lanzamiento en 2008, alrededor de 240.000 personas han jugado a Fold.it que, entre otros retos, ha puesto en marcha una competición internacional de ‘plegado’ de proteínas.

De un tiempo a esta parte, el videojuego ha propuesto a sus seguidores el desafío de encontrar soluciones a problemas con los que la ciencia ha chocado repetidas veces. Uno de ellos era la estructura de la citada enzima del sida que, para sorpresa de todos, en apenas unos días ya tenía una solución probable.

Tras tres semanas de intentos, los investigadores compararon las propuestas con modelos cristalográficos y se dieron cuenta de que al menos un grupo de jugadores -la mayoría de los cuales no tenía ninguna relación con la bioquímica- había conseguido determinar la estructura correcta de la enzima.

El hallazgo, conseguido gracias a la combinación de ciencia, juegos e informática, permitirá avanzar un paso más en el complicado puzzle del sida, han comentado los investigadores, que han publicado los resultados de su trabajo en la revista ‘Nature’.

Además, el descubrimiento también abre la puerta a nuevas colaboraciones entre campos a priori muy dispares en el ámbito del conocimiento.

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