Remedios caseros para las quemaduras del sol

Jesus L. Rodriguez

Remedios caseros para las quemaduras del solA pesar de que la prevención es lo más recomendable, no nos sirve de nada cuando las quemaduras ya se presentaron; lo que requerimos es encontrar un remedio para esa situación de manera inmediata y así calmar los síntomas e incomodidades en la piel.

Las quemaduras solares son lesiones que se producen sobre la piel causada por los rayos ultravioletas del Sol y sus características son similares a las producidas por las quemaduras de calor.

Estas quemaduras también se dividen en tres tipos: primer grado (mancha de color rojo o rosa), segundo grado (ampollas) y de tercer grado (muerte de tejidos subyacentes a la piel con heridas profundas usualmente en labios y otras áreas de gran sensibilidad)

Si tu piel ha sufrido una sobreexposición al sol y como consecuencia ahora sufres por la aparición de estas quemaduras, los siguientes remedios caseros pueden ayudarte a que te sientas un poco más cómodo, hasta que las lesiones se curen completamente. Ten en cuenta que estos remedios no pueden revertir todo el daño causado por la exposición sin protección a los rayos del sol.

Tomar un baño.

Añadir unas cucharadas colmadas de bicarbonato de sodio al agua fresca del baño constituye un remedio calmante para las quemaduras solares. Toma este baño durante 15 o 20 minutos, si permaneces en remojo por más tiempo corres el riego de resecar mucho tu piel. Una vez que hayas salido de la bañera, evita secarte con una toalla, en su lugar deja que el aire te seque y no te limpies los restos de bicarbonato de sodio.
Por otra parte, añadir avena al agua de baño es otro remedio efectivo para calmar el dolor que causa este tipo de quemaduras. Llena la bañera con agua bien fresca, no con agua fría porque puedes provocarle un estado de shock a tu cuerpo. No utilices las sales de baño, ni aceites, ni baños de burbujas. En su lugar, utiliza entre 1/2 y 1 taza completa de harina de avena o cualquier polvo de avena similar, y mézclala con el agua antes de introducirte en ella. Al igual que con el bicarbonato de sodio, deje que su cuerpo se seque con el aire y no se limpie los restos de avena de la piel.

Compresas de leche fresca

Se sabe que los ácidos grasos y ácido láctico en la leche tienen propiedades calmantes para la piel quemada por el sol.

Sumerge un paño suave o una gasa de algodón en leche entera fresca y aplica con cuidado a la zona lastimada. Haz esto durante unos 20 minutos, y posteriormente enjuaga con agua fría, debido a la importancia del contenido de materias grasas de la leche, es básico que sea leche entera la que se use en este tratamiento.

El Aloe Vera

Basta con cortar las hojas carnosas de la planta de aloe vera, y quitarle las espinas. Se debe aplicar el gel situado en el interior de la planta y extenderlo sobre la piel. El alivio es inmediato. El aloe vera tiene un poderoso efecto anestésico, además de ser uno de los mejores tónicos para la piel.
El gel extraído directamente de una planta de aloe vera funciona mejor, si no tienes acceso a una, puedes utilizar alguna crema que contenga este ingrediente. Para que sea efectivo, asegúrate de que la crema tenga una alta concentración.

Aplica una compresa fría.

Otro remedio consiste en sumergir una toalla pequeña en agua fría y aplicarla directamente en las áreas quemadas durante varios minutos, remojando la toalla nuevamente cada unos segundos. Tenga presente que no se debe aplicar hielo o una bolsa de hielo sobre la piel quemada por el sol. Aplique esta compresa varias veces durante el día, según sea necesario para aliviar el malestar. También puede agregarle al agua un ingrediente calmante, como el bicarbonato de sodio o harina de avena.
Para evitar las consecuencias de la deshidratación, aumenta la ingesta de líquidos para asegurar de manera adecuada que tu cuerpo se mantenga hidratado o que se rehidrate para la recuperación óptima de la salud de tu piel.

El pepino y vinagre de manzana

Otro remedio casero para la piel quemada es el pepino. Se puede cortar y frotar sobre la quemadura de sol para aliviar el dolor y la inflamación. El vinagre de manzana es otro remedio natural muy eficaz. Se aplica con ayuda de un algodón para calmar el dolor más intenso.

También se puede preparar una mascarilla suavizante con patatas ralladas. El almidón contenido en la patata es ideal para aliviar los síntomas de la piel después de la exposición prolongada al sol, especialmente si no se puso la protección adecuada.

Utiliza una mascarilla a base de patatas.

La patata o papa es conocida en todo el mundo como un calmante maravilloso para el dolor. Toma dos patatas lavadas, córtalas en trozos pequeños y colócalas en una licuadora o procesador de alimentos. Licúalas hasta que las patatas estén en forma líquida. Debes añadir agua si la mascarilla luce demasiado seca. Aplícala en las áreas quemadas, espera hasta que se haya secado y luego toma una ducha fría.

Otro método consiste en colocar el puré de papas en una gasa limpia y aplicarlo sobre las quemaduras. Cambia el vendaje cada 1 hora y continúa aplicándolo varias veces al día, hasta que se alivie el dolor.

Aplica maicena.

Las quemaduras de sol a menudo afectan mucho la piel de zonas como la línea del bikini, por debajo de las nalgas o alrededor de los senos y las axilas. Luego estas quemaduras tienen que enfrentar todos los días el roce con los sujetadores y ropa interior ajustada, lo que provoca una irritación mayor. Para aliviar las rozaduras, cubre el área quemada con polvo de almidón de maíz o maicena. Nunca apliques vaselina o aceites, solo agravarán la situación. Si las quemaduras presentan ampollas, entonces no apliques nada.

Toma calmantes para el dolor.

Los analgésicos de venta libre como la aspirina y el ibuprofeno, pueden aliviar el dolor y reducir la inflamación de una quemadura de sol. Tómalo junto con alimentos como se indica en la botella, y deja de utilizarlos si presenta malestar estomacal. Si no puedes tolerar la aspirina o el ibuprofeno, puedes tomar entonces acetaminofén de venta libre, que puede ayudar a aliviar el dolor, pero no va a aliviar la inflamación. Asegúrate siempre de consultar todas las precauciones a tener en cuenta cuando se utilizan analgésicos de venta libre.

Recomendaciones

Tener cuidado con el jabón, ya que puede secar e irritar la piel quemada. Si se usa jabón, éste debe ser muy suave y se debe enjuagar bien. No debe remojarse en agua jabonosa.

Beber mucho líquido para ayudar a contrarrestar el efecto resecante de una quemadura.

Comer de forma balanceada principalmente alimentos que contenga vitamina A (aumenta la producción de melanina) para que la piel pueda regenerarse.

Elevar las piernas. Si tiene las piernas quemadas y los pies hinchados, resulta conveniente colocar las piernas de modo que queden a mayor altura que el nivel del corazón.

No raspar la piel. Cuando se bañe, la toalla no debe friccionar la piel para secarse, ya que la irritaría, sino más bien debe darse golpes suaves.

Verificar si se sufre de fotosensibilidad. Los antibióticos, tranquilizantes, anticonceptivos orales, diuréticos, productos contra la diabetes, fármacos fungicidas e incluso algunos alimentos como el jugo de limón pueden hacer que una persona aumente su sensibilidad al sol causando una dermatitis parecida a una quemadura. Por ello, es necesario preguntar al doctor los posibles efectos secundarios o colaterales de los fármacos que se esté tomando.

Dormir bien por la noche. Muchas veces no es fácil dormir sobre la zona quemada por el sol. Para ello, se debe espolvorear talco en las sábanas para reducir al mínimo la raspadura y la fricción.

Cuidar las ampollas. Si aparecen ampollas, no se deben abrir, ya que podrían causar una infección. Si se abren por accidente, no se debe retirar la piel que la recubre, ya que ésta es una protección.

Protegerse del hielo y la nieve. Los rayos del sol reflejados en el hielo y la nieve pueden ocasionar también quemaduras solares en las áreas que no estén bien cubiertas. Por ello, se recomienda el uso de crema protectora si se desea realizar una excursión por una montaña nevada.

Evitar exponerse a los rayos solares sin protección principalmente entre las 10:00 a.m. y las 3:00 p.m. (cuando el sol brilla con más intensidad y nunca más de media hora.

Aplicar filtros con factores de protección adecuados a nuestra piel (por lo general 10° superior) por lo menos 30 minutos antes de salir a la intemperie, incluso si el cielo está nublado, ya que los rayos dañinos pueden penetrar la cubierta nubosa. Aplicar nuevamente el filtro en la medida necesaria después de nadar o transpirar profusamente. Es necesario protegerse las zonas más delicadas de la piel como labios, nariz, manos, pómulos, orejas y nuca con sombreros, telas de trama cerrada y mangas largas.

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