El mal olor de pies no sólo lo percibimos nosotros, sino que también lo pueden sufrir aquellos que están a nuestro alrededor.
Una de las principales causas del mal olor de pies son los hongos. En la mayoría de casos, el mal olor de pies tiene un remedio claro: visitar a su dermatólogo. Los Doctores son los más indicados para revisar los pies y descubrir las causas del mal olor de pies. Se puede decir que la mejor solución para el olor de pies es visitar al dermatólogo y seguir los consejos que proponemos en esta guía de remedios para el mal olor de pies.
¿Por qué huelen mis pies?
El mal olor de pies es un problema común y frecuente. Aunque se puede deber a una convergencia de factores como el estrés, uso de medicamentos o alteraciones hormonales, el desencadenante común es una sudoración excesiva de los pies que favorece el desarrollo de microorganismos provocando un desagradable olor en los pies.
Mal olor de pies, causas
El mal olor de pies puede indicar que algo no está funcionando correctamente en nuestro organismo. Debemos ser conscientes que puede haber varias causas que lo provoquen:
- Un calzado inapropiado para la estación. El abuso de un mismo calzado o un calzado fabricado con materiales que no favorezcan la transpiración.
- El estrés potencia una excesiva sudoración favoreciendo el mal olor de pies.
- La presencia de hongos o cualquier tipo de bacterias. Estos casos se producen con más frecuencia durante el verano con la asistencia a piscinas y playas, excelente lugar de cultivo para este tipo de patologías.
- El olor en los pies igualmente es debido a alteraciones de tipo hormonal, reacción a determinados medicamentos o por problemas con el metabolismo.
Olor de pies crónico
El mal olor de pies está muy relacionado con las estaciones de calor en las cuales el pie, al igual que el resto del cuerpo, tiene tendencia a una mayor sudoración. Pero frecuentemente, pasados los calores del verano, el problema persiste y se convierte en crónico por lo que se puede hablar de una verdadera enfermedad denominada Podobromhidrosis. Aunque el sudor en sí mismo carece completamente de olor, una descomposición bacteriana del sudor segregado por las glándulas sudoríparas provoca la Podobromhidrosis y el consiguiente mal olor de pies.
El mal olor en los pies tiene diversos orígenes, para combatir esta molestia siga estos consejos:
- Lávese a menudo. Aunque parece elemental, es necesario conservar sus pies escrupulosamente limpios. emplee agua caliente y jabonosa para lavar sus pies con tanta frecuencia como lo necesite-incluso varias veces al día si suda mucho o si nota que despiden olor. Frótese suavemente con un cepillo suave, incluso entre los dedos, y asegúrese de secarlos muy bien.
- Talquee sus dedos. Después de lavarse, aplique talco para los pies, fécula de maíz o un rocío fungicida. Otro método para conservar los pies frescos y secos, es tratar sus zapatos: rocíe el interior con talco desodorante o fécula de maíz.
- Use un antritranspirante. La clave para controlar el olor es emplear un antritranspirante o un desodorante justo en sus pies. Puede optar por comprar desodorantes específicos para pies o sencillamente emplear la marca que usa para sus axilas; pero debe saber que los desodorantes eliminan el olor, no detiene el sudor. En cambio los antitraspirantes se hacen cargo de ambos problemas, es recomendable que emplee productos que contengan hexahidrato de cloruro de aluminio.
Sin embargo, no emplee un antitranspirante si tiene lesiones activas de pie de atleta. Los productos más recomendables son los que vienen en presentación de roll-on ya que con los aerosoles casi toda la acción se pierde en el aire. Emplee el producto dos o tres veces diarias al principio, y luego gradualmente reduzca el empleo a una vez al día.
- Cambie sus calcetines a menudo. Si sus pies son excesivamente sudorosos y olorosos debe cambiar sus medias con la mayor frecuencia posible, incluso tres o cuatro veces diarias. Emplee calcetines hechos de fibras naturales, como algodón, porque son mucho más absorbentes que los materiales sintéticos.
- Póngase dos calcetines. Otra manera de reducir la transpiración es usando dos pares de calcetines a la vez. A Primera vista esta recomendación parecería contradictoria, pero los espacios de aire que se forman entre las dos capas del material en realidad mejoran la ventilación. Use los calcetines de algodón junto a la piel y un par de calcetines de lana en el exterior. Evite los productos sintéticos porque solo aumentan la transpiración.
- Tenga cuidado con los zapatos. Los zapatos cerrados agravan el estado de los pies sudorosos y establecen el ambiente perfecto para que crezcan las bacterias, lo que ocasiona más olor y más sudor. Escoja sandalias y zapatos con las puntas descubiertas cuando sea permisible, pero evite los zapatos de materiales como cauchos y plásticos, pues no permiten a los pies respirar fácilmente. Y jamás use los mismos zapatos dos días seguidos, pues tardan al menos 24 horas en secarse por completo.
- Duerma con el remedio. Siga este tratamiento nocturno para ayudar a secar los pies: lávese los pies a conciencia con alcohol para fricciones con el objeto de secarlos y refrescarlos. Luego aplique un desodorante de acción intensa en la planta del pie. Cúbralo con una envoltura plástica (para inducir la sudoración de modo que el desodorante pueda penetrar mejor en el pie). Póngase un calcetín sobre la envoltura y duérmase así. Por la mañana lávese. Repita el procedimiento cada noche durante una semana y luego una o dos veces semanales según lo necesite.
- Mójelos a menudo. diversos agentes líquidos pueden ayudarle a mantener secos los pies, lo que también puede controlar el olor. Emplee la salvia. Ponga una pizca de hojas secas de salvia o artemisa en sus zapatos para controlar el olor.
- Té. El tanino, que puede encontrarse en las bolsitas de té, es un agente secador. Hierva de tres a cuatro bolsitas de té en un litro de agua durante unos 10 minutos y luego agregue suficiente agua fría para darle una temperatura adecuada y lavar en ella sus pies. Remoje sus pies durante 20 a 30 minutos y luego séquelos y aplíqueles talco para pies. Realice esto dos veces diarias hasta lograr controlar el problema. Posteriormente repita el procedimiento dos veces a la semana, para evitar que el olor vuelva a presentarse.
- Sal kosher. Para pies que sudan mucho se recomienda remojarlos en una solución de media taza de sal kosher (sal para cocina o sal de mar), más gruesa que la sal común de mesa, en un litro de agua.
- Acetato de aluminio. Trate de remojar sus pies una o dos veces diarias en una solución de acetato de aluminio, que tiene propiedades secantes, en agua fría. disuelva un paquete de polvo Domeboro ó 2 cucharadas de solución de Burow (disponibles sin necesidad de receta médica) en medio litro de agua y luego remoje los pies durante 10 a 20 minutos en cada ocasión.
- Bicarbonato de sodio. Esto hace que la superficie del pies sea más acidogéna, con lo cual se reduce la cantidad de olor producida. Disuelva una cucharada de bicarbonato de sodio en un litro de agua. Remoje sus pies en esta solución dos veces a la semana durante unos 15 minutos en cada ocasión.
- Vinagre. Otro baño de pies ácido que se recomienda es media taza de vinagre en un litro de agua. Remoje durante 15 minutos dos veces a la semana.
- Agua caliente y fría. Alterne baños de pies de agua caliente y agua fría, con este procedimiento se restringe el flujo de sangre a los pies, lo cual reduce la sudoración. Luego prepárese un tercer baño de pies con cubos de hielo y jugo de limón. Por último, frote sus pies con alcohol para refrescarlos y secarlos. En clima caliente, cuando sus pies sudan mucho, tal vez pueda hacer esto a diario. Advertencia: los diabéticos y quienes tiene problemas circulatorios no deben aplicarse este tratamiento.
- Cuide lo que come. Por extraño que parezca, cuando ingiere alimentos condimentos, picantes o fuertes (como cebollas, pimientos, choles, ajos o escañolas), el aceite esencial de esos productos puede excretarse a través de las glándulas sudoríparas de los pies. En efecto sus pies pueden terminar oliendo a lo que usted comió.
- Emplee la salvia. Ponga una pizca de hojas secas de salvia o artemisa en sus zapatos para controlar el olor.
- ALMIDÓN DE MAÍZ Para mantener los pies secos, ponte un poco de fécula de maíz en los pies antes de ponerte los zapatos. El almidón de maíz absorbe el exceso de humedad y ayudará a eliminar el olor. Asegúrate de que tus pies estén totalmente secos antes de aplicarte el almidón o de lo contrario quedarán pegajosos.
- LUZ SOLAR Los rayos UV de la luz solar, directamente sobre los pies también pueden ayudar a eliminar las bacterias que causan el mal olor. Por lo tanto, cada vez que tengas tiempo, siéntate afuera y permite que tus pies disfruten de un poco de sol. Repite el proceso por una o dos semanas y notarás la diferencia.
- BICARBONATO DE SODIO El bicarbonato de sodio o soda es otra manera eficaz de reducir la cantidad de bacterias en tus zapatos y tus calcetines. Rocia el interior de tu calzado y medias antes de usarlos. También puedes remojar tus pies en un cubo de agua tibia con bicarbonato de sodio, durante 15-20 minutos, cada noche.
- Vinagre Para los pies malolientes puedes utilizar vinagre (blanco). Prepara una mezcla de vinagre y agua caliente, y sumerje los pies de 5 a 10 minutos. Para finalizar, lava bien tus pies con jabón para eliminar el olor a vinagre.
- JENGIBRE Toma una raíz de jengibre mediana, rállala finamente. Coloca la ralladura en una tazón con agua y hierve por 10-15 minutos. Con la ayuda de un filtro de café, cuela la solución. Utiliza el líquido resultante para masajear los pies suavemente, cada noche antes de irte a la cama. Repite el proceso diariamente durante dos semanas para obtener resultados positivos. Recuerda guardar el líquido en la nevera!