Remedios caseros para el dolor de mandíbula

Jesus L. Rodriguez

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El dolor de mandíbulas es una dolencia que puede tener diferentes orígenes y niveles de intensidad. Las causas pueden variar desde una dolencia temporomandibular, lesión interna o externa, infección dental, gingivitis severa o daño en una muela. En OtraMedicina hablaremos de cuáles son los remedios caseros para el dolor de mandíbula que nos pueden ayudar a lidiar con esta molestia.

Causas del dolor de mandíbula

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El dolor de mandíbula puede deberse a múltiples causas. Las razones más frecuentes de esta dolencia son:

  • Desorden temporomandibular por fractura, dislocación o problemas de alineación dental.
  • Problemas al morder.
  • Hábitos de tensión en la mandíbula como bruxismo, rechinar dental, comerse las uñas o uso excesivo de goma de mascar.
  • Estrés.
  • Dolor de dientes, recuperación tras una operación dental, gingivitis.

Remedios caseros para el dolor de mandíbulas

Masajes

Masajear suavemente al tiempo que se abre y cierra lentamente la mandíbula es uno de los remedios caseros y naturales más efectivos. Además fortalece los músculos de la zona.

Compresas

La aplicación de compresas tanto frías como calientes es uno de los métodos caseros más comunes para aliviar este dolor. Embebe una toalla en agua tibia y colócala en ambos lados de la mandíbula para relajar la musculatura de la zona, incrementar la circulación y aliviar el dolor. También puedes usar una bolsa de agua caliente envuelta en una toalla y aplicarla del mismo modo. Las compresas frías son muy beneficiosas para curar naturalmente el dolor de mandíbula.

Manejo del estrés

El estrés puede provocar hábitos tensionantes para la mandíbula como el morderse las uñas o el rechinar los dientes. Incorpora técnicas de relajación y manejo del estrés como yoga y meditación, descansa lo suficiente y mantén una postura cervical adecuada.

Dieta

Cuando se sufre de dolor de mandíbula se recomienda evitar alimentos duros y crujientes como nueces, vegetales crudos o panes duros. Elige sopas, purés, vegetales cocidos, yogurt, quesos blandos y alimentos líquidos. Por otro lado, incorpora vitamina A, C, calcio y magnesio a tu dieta y evita la cafeína, que tiende a tensar los músculos.

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