Porque son deliciosas y, en cierto punto, adictivas, porque existen de variados sabores, porque se encuentran fácilmente en el supermercado… Por estas y otras razones, beber gaseosas, refrescos o sodas se ha vuelto una costumbre tan común y arraigada que nadie la cuestiona. Sin embargo, debemos comenzar a abrir los ojos respecto a estas bebidas si es que procuramos tener una vida sana.
¿Sabías que una botella de refresco de 500ml aporta 250 calorías? ¡Eso equivale a consumir 17 cucharaditas de azúcar! La realidad es que las bebidas gaseosas pueden ser perjudiciales para la salud si se consumen en exceso. Te explicamos por qué:
Cambian tu humor
Beber gaseosas en exceso puede alterar notoriamente tu humor. Ocurre debido a la cantidad de azúcar y cafeína que poseen, que provocan un estado de alerta y te distraen con facilidad.
Favorecen el aumento de peso
Que el azúcar engorda no es ninguna novedad. En el caso de las gaseosas, el problema se agrave porque el azúcar se absorbe en el organismo con mucha más facilidad. Y cuando el azúcar se absorbe fácil en el cuerpo, tienes más hambre y sed con mayor frecuencia, lo que hace que consumas más calorías.
Pueden causar caries en los dientes
El ácido carbónico y ácido fosfórico presentes en las bebidas gaseosas disuelven el calcio de los dientes, favoreciendo la aparición de caries. A su vez, puede derivar en la aparición de bacterias en la boca que transforman el azúcar de la gaseosa en ácido. Este daño también se aplica en las gaseosas light, pues tienen la misma cantidad de dichos ácidos que las gaseosas comunes.
Favorecen los gases y dolor de estómago
Beber refrescos en demasía favorece la aparición de gases e irritación en el estómago, sobre todo si se beben con el estómago vacío, pues al ácido natural que posee este órgano se le añade el ácido y el gas que traen las gaseosas. Esto puede causar dolor de estómago.
Pueden dañar los huesos
Todavía no se ha comprobado, pero se cree que el ácido fosfórico de la soda disuelve el calcio de los huesos. Además, según varios estudios realizados en adolescentes, los bebedores de gaseosas son más propensos a desarrollar fracturas óseas que aquellos que no beben. La teoría es que, quienes beben mucho refresco por lo general no beben otras bebidas, como la leche, y eso trae deficiencia de calcio.
Pueden aumentar el riesgo de diabetes
Al poseer mucha azúcar, las gaseosas favorecen el aumento de peso y también la aparición de diabetes. Una persona que consume refrescos frecuentemente es más propensa a desarrollar esta enfermedad que quien no los consume.
Como habrás visto, existen muy buenas razones para que moderes tu consumo de bebidas gaseosas. ¿Nuestro consejo? Hazte amigo del agua, la bebida más saludable que hay. En VivirSalud te contamos por qué es tan importante el agua para el cuerpo humano.