Ahora que el frío es algo a lo que todos nos enfrentamos seguro que si tenéis bebés en casa quizás notéis que con los cambios de estaciones o de temperaturas estos sufren pequeñas irritaciones en la piel por lo que pueden estar sufriendo piel atópica.
La piel atópica no es algo exclusivo de los bebés aunque sí que es en los primeros de vida cuando más aparece o se detecta. Es un tipo de piel muy sensible ya que enseguida sufre de una serie de eczemas que aparecen sobretodo en el rostro, el torso o las extremidades por lo que es necesario que sea detectada a tiempo por el pediatra o dermatólogo para que podamos aplicar cremas que permitan cuidar la piel.
Qué es y como tratar las pieles atópicas:
También conocida como dermatitis atópica, la piel que sufre de atopía es un tipo de piel muy sensible que a cualquier cambio de teremperatura brusco o por constitución hace que aparezcan eccemas que aunque no son dolorosos, sí que son muy vistosos y además suelen picar bastante.
Al tratarse de un trastorno funcional de las glándulas cebaceas hay que decir que cuando pasamos del frío al calor o viceversa, estas producen una hipersecrecion de grasa prurito y con aspecto de escamas que en casos que sean muy graves deben ser diagnosticado a tiempo para que a medida que los niños vayan creciendo, el problema no sea mayor y podamos controlarlo.
Lo cierto es que las pieles atópicas no parece que tengan una solución para que esos eczemas que aparecen dejen de hacerlo. De hecho muchas personas consiguen controlarlo o rebajar su aparición pero cada invierno o cada verano vuelven a aparecer.
Por otro lado tenemos que decir que la mayoría de casos de dermatitis atópica suele darse en niños que son muy pequeños o de hecho en bebés pero con los años y una buena hidratación podemos ver que a partir de que cumplen 10 0 12 años ya no aparece más.
En cuanto a los remedios para su tratamiento, es recomendable compra jabones que sean para pieles sensibles o neutros, así como leches hidratantes que deberés aplicar tras el baño. Por otro lado también podremos encontrar remedios que son caseros o más naturales.
Remedios naturales para las pieles atópicas:
El aloe vera es un buen remedio para este tipo de pieles. Normalmente encontraremos cremas que la tienen entres sus componentes aunque también hay que decir que si tenemos una planta en casa podemos extraer el gel que lleva dentro para aplicarlo sobre la piel.
Por otro lado un remedio que funciona para reducir la presencia de piel atópica es el bañar a los bebés un día sí y un día ya que de este modo evitamos el contacto continuado con el agua y que hace que los eccemas vayan a más.
Puedes calmar la piel tomando ciertas precauciones, sencillas a seguir:
La piel atópica se irrita fácilmente con el calor. Si evitas los lugares con una calefacción excesiva, no provocarás mayor inflamación y escozor de la piel de la que ya sufres. Por esta misma razón, el ejercicio físico excesivo y la sudoración tampoco te convienen.
- Mejor evitar los roces. Aquí entra el problema del polvo ambiental que reseca la piel y provoca el gesto de frotar la zona afectada. Huye del humo del tabaco aunque afortunadamente ahora es mucho más fácil.
- La ropa: es importante evitar tejidos sintéticos. El algodón y el lino son los materiales ideales de tu armario. Pero la lana también puede ser un enemigo de tu piel, por el calor. Esto incluye los calcetines, los mejores serán los de algodón: hay que favorecer la transpiración del cuerpo.
- Depende de la zona donde tengas este tipo de dermatitis, tendrás que escoger con cuidado tus cosméticos y productos de higiene. Desodorantes en spray, vaporizadores corporales o colonias de baño pueden irritar la zona. ¡Seguro que dos veces no lo vas a usar!
- Tanto como una excesiva temperatura puede afectar un cambio brusco de frío/calor. Entrar o salir del metro puede suponer más rojeces y picores. Lo mismo pasa con el agua de la ducha: mejor tibia, ni fría ni caliente. Y en invierno, una ducha rápida es lo mejor para no resecar más la piel.