Lehismaniosis, una Enfermedad que va de Mascotas a Personas

Jesus L. Rodriguez

El hecho de tener mascotas en casa puede favorecer la aparición de lehismaniosis, una serie de picaduras en los humanos que se cronifican y que tienen afectaciones de mayor dimensión que las picaduras normales. De hecho la aparición de muchos tumores cutáneos está ligada a esta razón. El doctor Pablo Umbert, profesor y jefe del servicio de dermatología del Hospital Universitari Sagrat Cor, y director del Instituto Pablo Umbert en la Clínica Corachán de Barcelona, explica en qué consiste la lehismaniosis.

Contagio de Lehismaniosis

La lehismaniosis es una enfermedad parasitaria cuyo contagio se produce por la presencia de un protozoo que se transmite por la picadura de un insecto chupóptero. Este tipo de mosquitos permanecen en áreas muy reducidas ya que no tienen capacidad para volar largas distancias. Sin embargo sí que poseen  un gran reservorio por lo que si pican a un animal doméstico y adquieren ese protozoo es fácil que piquen a las personas que conviven con la mascota, y que de ésta manera se produzca el contagio. La propagación de la enfermedad, como vemos, se basa en una cadena de circunstancias.

Epidemiología de la Lehismaniosis en España

La lehismaniosis es una enfermedad mundial que tiene consecuencias más graves en la zona de Sudamérica, ya que sus lesiones allí son de tipo cutáneo- mucosas. En España esta enfermedad aparece sobre todo en lugares de la cuenca mediterránea occidental, aunque lo cierto es que no se producen casos de forma excesiva. Las últimas estadísticas indican que se dan 0,40 afectaciones por cada 100.000 personas. Un 30% de estas picaduras tienen unos resultados que afectan a nivel dermatológico.  La lehismaniosis aparece comunmente en niños menores de 6 años y en personas adultas inmunodeprimidas. En este último caso sí que puede llegar a desencadenar en una infección sistémica de cuadro generalizado.

Diagnóstico

Para diagnosticar los casos de lehismaniosis hay que partir de la base de que hablamos de picaduras que en más de 15 días no han desaparecido, algo que las diferencia del resto de lesiones producidas por insectos, que desaparecen a los 10 días a lo sumo. Las lesiones que produce la lehismaniosis van desde pápulas a costras, pasando por nódulos en los labios o afectación en los párpados. Cualquier zona donde el mosquito haya podido picar es susceptible de presentar una lesión. Por eso cuando el dermatólogo visita a un niño con picaduras le pregunta desde cuándo las tiene. Si responden que desde hace pocas semanas se sospecha que se trata de esta enfermedad. Para certificarlo se puede realizar un DIC (Diagnóstico Inmediato Cutáneo) o una biopsia. En el primer caso se obtendrán los resultados en 10 minutos; en el segundo habrá que esperar unos 12 días. De todas maneras hay que decir que muchas veces no es fácil de detectar con una biopsia porque el protozoo que produce la lehismaniosis no se detecta bien.

Tratamientos

Encontramos diferentes opciones de tratamiento en función de las características de cada paciente. Una de las técnicas que se usan hoy en día para eliminar esta enfermedad es la criocirugía. Someter al parásito a temperaturas de 170 grados bajo cero ayuda a la curación del paciente. Los tratamientos clásicos como las infiltraciones de antimonio o fórmulas magistrales con vaselina, consiguen acabar con esta problemática en cuestión de días.

Sacrificar a la Mascota

La mayoría de animales que tienen lehismaniosis deben ser sacrificados ya que en su caso se convierte en una afectación sistémica que produce úlceras y sangrados al animal. La mascota sufre mucho y por eso es mejor optar por el sacrificio.

¿Se puede Prevenir?

Esta época del año es propicia para la aparición de mosquitos. Lo único que podemos hacer para evitar contagiarnos de lehismaniosis es utilizar mosquiteras e intentar que nuestras mascotas no duerman al aire libre.

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