La percepción de la sociedad acerca de las radiaciones es muy curiosa. Su polarización es extrema y paradójica. De esta manera, un porcentaje notable de la población tiene un miedo cada vez más indiscriminado a las radiaciones, sean del tipo que sean (inofensivas como las no ionizantes de los teléfonos móviles o peligrosas como las ionizantes liberadas en accidentes nucleares). Al mismo tiempo, la población se expone cada vez más a radiaciones ionizantes de origen médico (TACs, radiografías, etc..) sin percibir realmente el riesgo que entrañan. Por supuesto, la mayoría de estas exposiciones a radiaciones de origen médico está justificado y los beneficios superan a los posibles riesgos, aunque nunca hay que olvidar que son herramientas diagnósticas con un doble filo. Sin embargo, existe una peligrosa tendencia, tanto entre médicos como entre pacientes, a exigir cada vez más este tipo de pruebas médicas. Así, los mismos pacientes demandan, a veces, estas pruebas como una vía infalible y rápida para conocer el origen de sus males y los médicos recurren cada vez más a ellas como protección legal.
En las últimas décadas la cantidad de radiación de origen médico recibido por la población se ha multiplicado sustancialmente por muchos motivos y, sin embargo, sigue existiendo poca información general sobre las magnitudes de radiación de estas pruebas. Otras veces, los medios caen directamente en el alarmismo, como Antena 3, al exagerar el riesgo de cáncer provocado por los TACs recientemente. Por eso, esta infografía de Scientific American (Investigación y Ciencia, en castellano) resulta tan necesaria, porque de un simple vistazo te puedes hacer fácilmente a la idea sobre a qué dosis de radiación te estás exponiendo realmente y si es mucho o poco comparado a la radiación ionizante a la que estás expuesto diariamente.
En definitiva, una excelente infografía para ver las radiaciones ionizantes médicas en una intuitiva perspectiva. Explicarlo sólo con números y unidades seria más exacto, pero no sería intuitivo ni fácil de recordar para la población general. Aún así, para que fuera una infografía totalmente completa, tendría que ir asociado a incrementos de riesgo de cáncer, para hacerse una idea más global de este asunto.