Seguramente una parte esencial de tu desayuno está compuesta por unas crujientes tostadas rebosadas con mantequilla o alguna jalea, lo cual no se te puede recriminar, pues el tostar el pan y consumirlo principalmente en la mañana y a la tarde se ha hecho una costumbre casi mundial, determinando que hoy en día no se sirva un desayuno en ningún hotel sin que falten las doradas y crujientes rebanadas de pan tostado.
Pero ¿a qué se debe esta fascinación por las tostadas? Pues como a otras muchas modas de la alimentación: la vida saludable. Sólo que muchas veces lo que pretende ser tal, termina por no serlo. Por ello hablaremos sobre el contenido nutricional de las tostadas.
La verdad nutricional sobre las tostadas
Ya todos conocemos la historia de los alimentos Light, y algo por el estilo es lo que les sucede a las tostadas, pues estas suelen ser vistas como una opción más saludable que el pan blanco, creyendo que al consumirlas se están ingiriendo menores cantidades de carbohidratos y calorías. Pero lo cierto es que esto no es así, siendo iguales los valores nutricionales de las tostadas que los del pan blanco.
Las tostadas y las dietas
Las tostadas son parte integral de un gran número de dietas, por lo que esto tal vez sea una causa de su fama inmerecida como ayudantes para adelgazar, ya que la inclusión de tostadas en la dieta sólo se debe a que requieren de más esfuerzo de masticación y provocan una mayor sensación de saciedad, permitiendo que se consuman menos cantidades de calorías y carbohidratos que si se consumieran en forma de pan blanco.
¿Por qué las tostadas pesan menos?
Seguramente habrás notado que al tostar una rebanada de pan esta se encoje un poco y pesa menos, por lo que también por esto se cree que al tostarse el pan pierde nutrientes. Pero aunque sí pierde algo, no se trata de valor calórico ni de carbohidratos, sino de agua.
La acrilamida de las tostadas
Y si bien las tostadas no pierden nutrientes a excepción del agua, sí generan un nuevo compuesto que, de consumirse en exceso, podría resultar nocivo para la salud: la acrilamida.
Esta sustancia química se desarrolla al quemarse o tostarse alimentos ricos en almidón. Si bien es un compuesto que se conoce y utiliza industrialmente desde hace años, fue recién en el 2002 que se identificó su producción en los alimentos, siendo las tostadas uno de los casos más habituales en que se consume acrilamida.
Aunque se ha alegado que la acrilamida puede ser dañina al sistema nervioso y la fertilidad, y hasta desarrollar el cáncer, los porcentajes para lograr estos efectos sobrepasan en gran manera los que comúnmente se suele consumir.
Recomendación
Esta información no significa que debas dejar de consumir pan tostado, o al menos hasta que la evidencia científica sea suficiente para comprobar sus efectos nocivos en la salud. Pero si te será conveniente tener en cuenta a la hora de preparar tostadas no dejar que se quemen demasiado. Basta con que apenas obtengan un todo dorado. Recuerda que mientras más tostado esté tu pan, más acrilamida tendrá. Como ves, el consumo de pan tiene sus aspectos controversiales.