El cáncer de mama es asunto serio. Una manera de reducir sus riesgos es a través de la detección temprana de la enfermedad: si se encuentra a tiempo, resulta muchísimo más fácil deshacernos de ella. De este modo, todas las mujeres tienen la posibilidad de evitar el cáncer de mama realizándose una mamografía anual luego de los 40 años.
La mamografía es un examen que le permite conocer a cada mujer lo que está sucediendo en su cuerpo, más específicamente en sus pechos. Si bien puede ser un examen doloroso, resulta fundamental para diagnosticar a tiempo cualquier anomalía. Todas las mujeres tienen la obligación de hacerlo por el bien de su salud, aun en los casos en que no presente antecedentes familiares de cáncer de mama.
La importancia de las revisiones
Las mamografías propias de las revisiones regulares cada vez salvan más vidas. Así se desprende de varias publicaciones que afirman que en España se diagnostican, al menos, 22.000 nuevas pacientes de cáncer cada año. Con ello, lo que se busca es conseguir que cuanto menor sea el estadio, mayores posibilidades de curación tenga el paciente, de ahí la importancia de las campañas de detección precoz del tumor con la realización periódica de mamografías.
En un estudio sueco realizado durante casi 30 años, el más importante sobre esta temática y publicado por la revista ‘Radiology’, se afirma que las mamografías reducen el número de muertes por tumor maligno en niveles superiores a lo que los expertos preveían, algo que contradice a otra importante investigación, del 2009, publicada en la revista ‘Annals of Internal Medicine’, en la que se aseguraba que la mamografía no es siempre beneficiosa y que, en muchos casos, tiene efectos secundarios relacionados con ciertas sustancias químicas si la exposición es temprana, algo que podría aumentar el riesgo de efectos nocivos posteriores. En este punto, es necesario señalar que esas ‘sustancias químicas’ no solo están presentes en el momento de la mamografía, sino también en productos que se emplean de forma habitual en casa como ciertos tipos de botellas de plástico, comida en lata o detergentes y suavizantes de la ropa, pero sin mayores riesgos para la salud ya que esos productos no contienen grandes cantidades de sustancias químicas.
Para poder realizar una mamografía el médico coloca las mamas entre dos placas y las presiona con suavidad para obtener una mejor imagen. La realización de este procedimiento posibilita la detección del cáncer de mama mucho antes de que se de cuenta la propia mujer o el médico. Es importante destacar que los niveles de la radiación emitida durante una mamografía son muy bajos y no presenta riesgos para la paciente.
Como sabrás, la detección temprana del cáncer de mama, permite a los médicos iniciar el tratamiento correspondiente a la brevedad lo que resulta fundamental para salvar la vida de la mujer que se encuentra afectada. Por ejemplo, el hecho de que las mujeres mayores de 40 anos se realicen una mamografía anual ha permitido reducir la mortalidad por cáncer de mama en alrededor del 30%.
De acuerdo a lo que informan lo especialistas, las mujeres deben practicarse mamografías de acuerdo a los siguientes datos:
- Entre los 30 y los 39 años: en esta etapa la mujer debería efectuarse una primera mamografía, principalmente para que sirva de base para los futuros estudios.
- Entre los 40 y los 49 años: en este período es recomendable que se efectúe una mamografía cada dos años.
- Desde los 50 años en adelante: se aconseja la realización de por lo menos una mamografía al año.
No es recomendable realizar mamografías en las mujeres jóvenes, dado que la mayor densidad de la mama hacer que este examen sea menos sensible; en este caso es mejor la ecotomografía mamaria de alta resolución. Aunque como siempre se debe decir, no olvide consultar a su médico de cabecera ante cualquier duda.