El dolor articular es una rigidez de una articulación que puede ser causado por diferentes afecciones o lesiones, como bursitis, artritis y dolor muscular; pero sin importar la causa puede ser muy molesto y afectar la calidad de vida de quienes lo padecen.
En cuanto a los factores que pueden causar este dolor el que incluso puede ser intenso, se destacan algunas enfermedades autoinmunitarias, infecciones causadas por virus, lesiones como fracturas, tendinitis y un esfuerzo o sobrecarga inusual, entre otras cosas.
Pero los antiinflamatorios generalmente recetados para tratar este dolor, terminan causando daños en el hígado por eso las hierbas naturales son una opción natural que además ayuda a depurar el organismo.
Tratar el dolor articular con hierbas naturales beneficios
Las hierbas naturales siempre surgen como un tratamiento alternativo para el dolor articular, además de limpiar las toxinas y desechos metabólicos del cuerpo, mejoran la circulación y a su vez favorecen la limpieza linfática; lo que es muy bueno para disminuir la cantidad de tóxicos en el cuerpo, los que terminan causando inflamación y dolor en el cuerpo.
Además a las propiedades antiinflamatorias de estas hierbas naturales, se suma su poder relajante y tranquilizante; lo que ayuda a quitar la presión de los músculos, teniendo un menor impacto en las articulaciones.
Una de las hierbas más conocidas para tratar el dolor articular es la cúrcuma, la que reduce la inflamación del cuerpo y relaja músculos y articulaciones; destacando que la cúrcuma además actúa como un remedio anticancerígeno, antiinflamatorio y antioxidativo. Para recibir sus beneficios se debe preparar una infusión de cúrcuma con una cucharada de esta hierba en una taza de agua hirviendo y beberla durante el día.
El jengibre es reconocido por sus grandes virtudes, teniendo una de las mejores propiedades antiinflamatorias y antireumáticas, esto gracias a sus compuestos de TNF y un inhibidor de la COX-2, lo que ayuda a detener la inflamación. El jengibre además ayuda a disminuir los síntomas de la osteoartritis y de la artritis reumatoide, reduciendo la hinchazón, inflamación y dolor; sin ocasionar efectos secundarios.
La Linaza: Debido a su alto contenido de Omega-3 la linaza o lino refuerza la inmunidad del cuerpo, disminuyendo la cantidad de toxinas en el cuerpo, las que tienden a acumularse en las articulaciones y provocar mucho dolor. Además al preparar una infusión de linaza se disminuirá el dolor y la inflamación, donde otra forma de aprovechar sus propiedades, es agregándolas a platos y ensaladas cada día; pero siempre debe estar bien molida y la dosis recomendada son 2 cucharadas.
La raíz de bardana es otra hierba que combate el dolor articular, ya que es un potente antiinflamatorio, aportando una gran cantidad de ácidos grasos esenciales al cuerpo, lo que también se puede encontrar en alimentos como; pescados azules, nueces y salmón. En tiendas naturales venden la raíz de bardana, la que al picarla se agrega una cucharada a un vaso de agua hirviendo, dejando reposar 5 minutos y tomando poco a poco.
Boswellia: La boswellia, también conocida como incienso, se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional india para tratar afecciones inflamatorias. Se ha demostrado que los extractos de boswellia tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a aliviar el dolor en las articulaciones.
Sauce blanco: El sauce blanco contiene un compuesto llamado salicina, que es similar al ingrediente activo de la aspirina. Se ha utilizado tradicionalmente para aliviar el dolor y la inflamación. Sin embargo, es importante tener precaución al usarlo, especialmente si estás tomando otros medicamentos, ya que puede interactuar con ciertos fármacos.
Harpagofito: El harpagofito, también conocido como garra del diablo, es una planta utilizada tradicionalmente para tratar el dolor articular y muscular. Se cree que sus componentes pueden tener propiedades antiinflamatorias y analgésicas.
Cuidados en el hogar para tratar el dolor articular
Cuando el dolor articular no es causado por artritis, lo mejor es el descanso y los ejercicios, debiendo utilizar baños tibios, realizar ejercicios de estiramiento y tener masajes con la mayor frecuencia posible. Además es bueno mantener un buen peso ya que entre más peso se tiene un mayor esfuerzo deberán hacer las articulaciones por soportarlo, donde la espalda, rodillas, pies y caderas son las más afectadas.
Para proteger las articulaciones del cuello, caderas, rodillas y espalda se debe parar derecho el cuerpo, esto además mejorará la postura.
Además cuando se mantiene una posición estática en el trabajo o en los estudios por mucho tiempo, lo ideal es ir cambiando las posiciones del cuerpo ya que esto disminuye la rigidez de los músculos y articulaciones.
Pero si se tiene fiebre y esta no se encuentra asociada con una gripe, se ha perdido peso que puede llegar hasta los 4,5 kilos sin seguir dietas ni ejercicios, el dolor articular dura más de 3 días y se tiene una hinchazón e inflamación intensa e inexplicable; se debe acudir a un médico.
Donde en algunos casos y cuando es necesario, se recurre a la fisioterapia para rehabilitar las articulaciones; además se puede extrae el líquido de la articulación inflamada con un procedimiento llamado artrocentesis.