Enfermedades típicas del otoño

Jesus L. Rodriguez

Los cambios de estación no solamente llegan con otro paisaje y cambios en el tiempo, sino también con nuevas enfermedades relacionadas con los sucesos ambientales.

Esta temporada se caracteriza por viento fuerte que tira las hojas de los árboles y con ello el polen y polvo flotan en el ambiente ocasionando en muchas personas reacciones alérgicas importantes, sobre todo en enfermos de asma y otros padecimientos pulmonares y bronquiales.

Empieza a descender la temperatura y con ello también se incrementan las enfermedades respiratorias como la gripe, los resfriados comunes, las neumonías y las faringitis.

El otoño es una estación del año propia para los problemas en las vías respiratorias, ya sean como producto de resfriados o inclusive la gripe y otro tipo de enfermedades respiratorias. A pesar de que los virus que provocan esos problemas están activos todo el año, es llegado el otoño cuando debido a que las personas se encierran en lugares cerrados para resguardarse del frío se producen mayores contagios.

La mayor parte de los pequeños organismos que provocan enfermedades respiratorias no suelen producir enfermedades en los humanos, aunque hay algunos que por su especial concentración pueden acabar provocando enfermedades muy graves. A pesar de que aparentemente no hay diferencias entre los resfriados y la gripe, ambas son muy diferentes.

En un resfriado lo que se produce es una congestión, mocos y estornudos. El resfriado además produce en el que lo padece dolor de garganta e irritación ocular. Debido a que las causas de un resfriado pueden ser múltiples no hay ninguna vacuna contra el resfriado. Otras características de los resfriados es que su gravedad progresa desde situaciones de simple resfrió hasta cuadros que pueden acabar provocando un ingreso hospitalario.

Las lluvias e inundaciones, permiten la formación de charcos y con ello la proliferación de mosquitos transmisores de enfermedades como el dengue clásico y el hemorrágico y el paludismo.

La humedad y el frío que empieza provocan afecciones en la piel, ocasionando infecciones por hongos, dermatitis por alergias o resequedad.

La humedad también incrementa infecciones en las mucosas, por lo que la conjuntivitis es otra de las enfermedades que se presenta con mayor frecuencia en el verano y otoño.

Así que para poder disfrutar de esta temporada y prepararnos bien para la época invernal debemos:
– Aplicar el refuerzo de la vacuna contra la gripa y si el médico lo considera necesario contra la neumonía.
– En caso de presentar algún cuadro gripal, no automedicarse sobre todo con antibióticos, ya que si la enfermedad es viral, el medicamento no solamente no va a servir, sino que las bacterias se van a fortalecer haciendo más difícil el tratamiento.

– Hervir bien el agua que se va a consumir.
– Cambiar de inmediato la ropa húmeda en caso de haberse mojado y evitar los cambios rápidos de temperatura al utilizar ventiladores o aires acondicionados.
– Proteger la piel del calor y la humedad, limpiándola bien todos los días y aplicando crema para evitar resequedad. Es importante también evitar estar al sol durante las horas fuertes para prevenir el cáncer de piel, las quemaduras y las dermatitis.
– Evitar la formación de charcos, sobre todo en lugares cercanos a las costas o en zonas tropicales y solicitar a las autoridades la descarcarización y fumigación de los hogares.
– Atender a tiempo bajo control médico adecuado, cualquier síntoma de enfermedad o infección, evitando la automedicación. En caso de diarrea excesiva hay que tomar Vida Suero Oral y acudir a la clínica más cercana en caso de que ésta no se controle.

En caso de sufrir alguna de las enfermedades mencionadas se recomienda beber abundantes líquidos, tapar bien a los niños una vez a que salgan de bañarse para evitar el cambio de clima, en especial al salir de casa; procurar no asistir a lugares muy concurridos y no compartir utensilios, vasos y cepillos de dientes con personas enfermas.

También se debe consumir verduras y frutas ricas en vitaminas ‘A’ y ‘C’, ya que la alimentación es un aspecto vital para gozar de una buena salud y dependiendo de las temperaturas se debe tener en cuenta qué es lo que se toma. Pese a que en septiembre el calor aún permanece, hay que ingerir aquellos alimentos que más benefician en épocas de frío, así como hacer ejercicio para fortalecer al sistema inmunológico.

La diarrea aguda es una de las enfermedades más frecuentes en los niños durante el otoño, afirman los pediatras al explicar que a nivel nacional es una de las principales causas de mortalidad en pacientes menores de cinco años de edad y que en ocho de cada diez casos es originada por un virus.

Para que los niños no sean víctimas de la diarrea aguda se recomienda darles de beber agua potable, lavarse las manos al preparar alimentos y después de ir al baño; lavar bien los alimentos y utensilios como biberones.
Otro de los trastornos que más inciden durante el otoño es la depresión con la disminución del número de horas de sol las personas tienden a sentirse más decaídas y agotadas.

Algunas de los consejos contra la depresión es buscar un ejercicio de meditación, escapar de la rutina, fijar objetivos e ir por ellos, buscar alguna afición y en caso necesario ayuda profesional.

Enfermedades más Frecuentes del otoño
Rinitis alérgicas
Son cada vez más frecuentes. Las razones son múltiples: la contaminación, el polen, los medicamentos, la alimentación, el modo de vida, etc.
Cuando la naturaleza alérgica está claramente demostrada por los test habituales, conviene determinar cual es el terreno particular, además de un tratamiento sintomático, también evitar las causas y sobre todo un tratamiento de terreno. Los síntomas son los estornudos, la secreción nasal, el picor en los ojos, la mucosidad, etc..
Las Rinitis Crónicas no alérgicas
La mucosa nasal posee tres niveles de defensa: el epitelio, el sistema inmunitario de la mucosa, y otros medios no específicos («barrido» de las mucosidades por las células ciliadas), asimismo la mucosidad es en si misma Bacterioestática y antiviral. En la nariz se encuentran las inmunoglobulinas A secretoras, que destruyen determinadas bacterias y virus. Las IgG (inmunoglobulinas G) de la sangre circulantes son la memoria inmunitaria del organismo, es decir, guardan el recuerdo de las agresiones pasadas para defender mejor el cuerpo cuando se produce una nueva agresión.
Toda alteración de estas estructuras y toda patología sobre la inmunidad en las mucosas se acompaña de reacciones inflamatorias no específicas y termina en una inflamación crónica sostenida. Los síntomas de las rinitis crónicas son: obstrucción nasal, prurito (quemazón), estornudos, rinoma yanosmia (perdida del olfato).
Amigdalas ó Anginas

Son los procesos inflamatorios de las amigdalas. Las causas de esta inflamación son de naturaleza infecciosa, y se deben al desarrollo de microbios patógenos que se implantan en el tejido amigdalar, provocando su inflamación. El enfriamiento de la zona es un factor que favorece su aparición, puesto que facilita la infección, al pertubar la circulación sanguínea de la zona. Los síntomas principales son el enrojecimiento de la mucosa de la faringe y la hinchazón de las amígdalas (una ó ambas). También se da fiebre alta, dificultad para tragar e inflamación de los ganglios linfáticos del cuello.
Asma Bronquial
Se caracteriza por ataques de intensa diseña (dificultad respiratoria) provocados por espasmos en las paredes bronquiales, se da en personas predispuestqs. Entre los factores que dan lugar al asma bronquial podemos distinguir aquellas sustancias (alérgenos) que hacen que el organismo forme anticuerpos para actuar con las mismas. Ejemplos: el plen, el pelo de determinados animales, algunos alimentos. Cuando estos ingresan al cuerpo, el organismo descarta los anticuerpos y en este enfrentamiento se originan ataques bronquiales.
Una segunda causa es la transmisión hereditaria, otros factores: trastornos climáticos, digestivos, factores psíquicos, etc. Los síntomas son la sensación de constricción angustiosa, la inspiración es incompleta, la espiración es dificil, fatigosa, compulsiva, y prolongada. En ocasiones se dan unos ruidos respiratorios denominados sibilancias, que son una especie de silbidos producidos por el paso del aire por un canal estrecho (los bronquios). El fin del acceso suele presentarse con la expulsión de esputos blanquecinos que contienen moco.
Bronquitis
Es la inflamación de los bronquios, se da con mayor frecuencia en los niños y en personas de edad avanzada, y aparece especialmente en las estaciones frías. Aunque los síntomas de esta enfermedad suelen ser al principio los de un resfriado común (estornudos, mucosidad, etc.) posteriormente aparece la tos y el dolor en el centro del pecho, la falta de apetito, los dolores reumatoides, períodos de fiebre no muy elevada y un estado de debilidad general.
Resfriado común o catarro
Es una infección aguda del tracto respiratorio, generalmente febril, que afecta a la nariz, la garganta y la laringe, y en ocasiones a la traquea y los bronquios. Esta enfermedad contagiosa se transmite por el aire o por las particulas que la persona afectada expulsa cuando respira, estornuda o tose. Su causa es el virus que infectga la membrana mucosa de la nariz y la garganta y el frío o la humedad son factores predisponentes para su aparición. El proceso, que suele durar aproximadamente una semana, se inicia con escozor de garganta, estornudos, obstrucción nasal y secrecion acuosa que luego se vuelve mucosa. El olfato, el gusto, y a veces el oído, se hallan disminuidos. La intensidad de los síntomas es variable y generalmente afecta al estado general del enfermo, que sufre malestar, dolor de cabeza, etc.
Tos
La tos es un movimiento violento y convulsivo del aparato respiratorio, puede aparecer como un síntoma más de otras enfermedades respiratorias.

Plantas con actividad inmunomoduladora
Estas plantas estimulan las defensas. Pueden tomarse antes de la aparición de las enfermedades invernales, o en la fase aguda de la enfermedad: Ajo – Caléndula Equinácea – Melisa – Shiitake (planta entera) Milenrama – Propóleo.
Plantas con actividad antiséptica: Eucalipto – Pino – Enula tomillo
Plantas que calman el dolor: alivian las molestias y el dolor agudo de la garganta: Ulmaria – Sauce – Menta.
Plantas con actividad Expectorante y balsámica: activan la secreción de la mucosidad bronquial inflamada, reducen su viscosidad y facilitan su expulsión: Tusílago – Regaliz – Pulmonaria – Grindelia.
Plantas que estimulan las mucosas y dan lugar a un proceso exudativo – depurativo:
Eucalipto – Hisopo – Tomillo – Loto – Hinojo.
Plantas con actividad antitérmica y sudorífica: disminuyen la fiebre mediante una disipación del calor por la piel, aumentando la sudoración por un efecto vasodilatador: Marrubio – Sauce – Genciana – Bardana – Sauco.
Plantas con actividad antiespasmódica: Drosera – Helenio Hipérico – Lúpulo – Sauce – Tila – Pasiflora.
Plantas con actividad antiemoliente: Contienen mucilagos, sustancias protectoras de la mucosa respiratoria, que evitan la acción de agentes irritantes externos y la tos: Regaliz – Tusilago – Malva – Malvavisco – Gordolobo – Llantén Zaragatona.

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