Consejos para la dieta de adultos mayores. En líneas generales, comer bien no tiene por qué ser algo complicado. Antes de comer, piensa en lo que sucede en tu plato o en tu tazón y elige alimentos que proporcionen los nutrientes que se necesitan, sin sumar demasiadas calorías. Construye el plato del adulto mayor bien saludable con alimentos como verduras, frutas, granos enteros, lácteos bajos en grasa y alimentos de proteína magra.
Vamos a unos consejos más concretos…
- Por lo menos la mitad del menú, debe estar constituido por frutas y verduras de la estación. Se recomienda una buena y constante variedad de hortalizas, especialmente de color verde oscuro, verduras de color rojo y naranja, además de frijoles y guisantes. Hortalizas frescas, congeladas y en conserva también cuentan porque aunque las frescas son inmejorables, es mejor esta alternativa que su ausencia.
- Selecciona siempre que puedas la opción “reducido en sodio” o “sin sal añadido” a todo alimento envasado que compres en las tiendas.
- Agrega fruta a las comidas y meriendas. Si no consigues frescas, compra frutas secas, congeladas o enlatadas en jugo o 100% de agua.
- Por lo menos 1/4 del plato debería estar constituido por granos integrales.
- Siempre que puedas, elige un 100% los panes integrales, cereales, galletas, pasta y arroz integral. También, busque los cereales ricos en fibra para ayudar a mantener regular y en óptimas condiciones el funcionamiento intestinal.
mantener una alimentación variada que incluya alimentos de los seis grupos (cereales, verduras y frutas, lácteos, carnes, dulces, azúcar y miel, aceites, frutas secas y choclate), distribuidos en las cuatro comidas diarias.Comer con moderación, según las porciones indicadas en cada grupo de alimentos.
Comenzar el día con un desayuno que incluya leche, pan y fruta para rendir más durante la jornada. Los lácteos son necesarios en todas las edades, por que debe consumirse por lo menos medio litro de leche por día. Consumir diariamente en todas sus comidas verduras y frutas de estación. Disminuir el consumo de bebidas azucaradas, azúcar, dulces, golosinas y productos de repostería. Controlar el consumo de carne, embutidos, manteca, queso, crema de leche, mayonesa y frituras por su alto contenido en grasas.
Disminuir también el consumo de sal y de alimentos que tengan alto contenido de la misma. Elegir dentro de cada grupo de alimentos los más adecuados al presupuesto familiar. Cuidar la higiene de los alimentos, desde la compra hasta el consumo para prevenir las enfermedades transmitidas por estos. Siguiendo estos consejos, mantendrás una buena nutrición y estarás más saludable.
Hay más consejos para mejorar o sostener la buena salud de nuestros queridos adultos mayores. No dejes de estar pendiente porque finalizaremos con estas buenas ideas en el próximo post dedicado a este tema.