Los cálculos renales o piedras en el riñon se forman a partir de la sedimentación de cristales de minerales. Es una afección muy dolorosa cuando las piedras se sitúan en el uréter especialmente al orinar. Los síntomas de los cálculos en el riñón son goteo, dolor en el costado, vientre o muslo, deseo frecuente de orinar, ardor al orinar, náuseas, espasmos abdominales, dolor en la vulva y los testículos, fiebre, sangre en la orina y la orina de color rojizo o marrón.
Cambiar determinadas costumbres alimentarias: mantener una dieta con bajo contenido en calcio y tomar fosfato sódico de celulosa; en el caso de cálculos específicamente de ácido úrico, se recomienda una dieta pobre en carnes, pescado y aves; y en el de personas que tienden a formar piedras de oxalato cálcico, no son recomendables los alimentos ricos en oxalato (chocolate, café, cola, espinacas, fresas, te, remolacha, frutos secos, trigo), de manera que si el médico lo aconseja habrá que reducir su ingesta.
En cuanto a la prevención farmacológica, el médico puede prescribir ciertos medicamentos para prevenir las piedras de calcio y ácido úrico, cuya acción controla la cantidad de ácidos en la orina, factor clave en la formación de piedras.
Otra manera de controlar las piedras de calcio es la administración de diuréticos, como la hidroclorotiacida, fármaco que disminuye la cantidad de calcio en los intestinos y previene que éste se filtre a la orina por los riñones.
En el caso de piedras de cistina no controladas, puede hacerse necesaria la administración de otra sustancia farmacológica denominada thiola, que reduce la cantidad de cistina en la orina.
Otro tipo de prevención es de tipo quirúrgico (extirpación de unas glándulas localizadas en el cuello), necesaria en pacientes con hiperparatiroidismo (aumento de la glándula paratiroides), que en ocasiones suelen desarrollar piedras de calcio.
Los suplementos que poseen vitamina C no son recomendados en aquellas personas que sean propensas a desarrollar esta patología. La mayoría de los cálculos renales o piedras en el riñón se disuelven espontáneamente. Podemos ayudar a que esto suceda como por ejemplo bebiendo abundante agua: el agua es el medio en el que se disuelven todas las toxinas y minerales.
Es expulsado a través de los poros de la piel y de la orina, entonces si consumimos abundante agua y de forma regular impedimos la sedimentación de los cristales de ciertos minerales que al agruparse forman las piedras en el riñón.
#1: Un método utilizado por los indios de Nuevo México para disolver las piedras de los riñones consiste en tomar, ante los primeros síntomas, un vaso de recién exprimido de zumo de limón en el que se habrá introducido un huevo de pava (sin cascara).
#2: En las comunidades amish ubicados en los Estados Unidos se diluyen los cálculos de riñón mediante infusiones de hojas de aguacate y grandes cantidades de zumo de manzana recién exprimido.
#3: Las algas fucus son muy efectivas para disolver los cálculos renales. Para ello, se deben tomar diariamente, ya sea como alimento o en forma de pastillas.
#4: Un remedio gitano para los cálculos renales consiste en mezclar medio litro de leche muy caliente con igual cantidad de vino. Se le quita la nata que se forme y añade un buen puñado de flores de manzanilla. Luego se poner al fuego hasta que se disuelva bien. Se tomar una taza al día, sobre todo, cuando se sientan los cólicos
#5: Un remedio antiguo alemán indca que se debe beber cuatro o cinco botellas de cerveza negra calentadas hasta el hervir para eliminar los cálculos.
#6: Para ayudar a que pasen las piedras, se recomienda tomar abundante jugo de pepino.
#7: Para calmar los dolores de los cálculos renales, se debe hervir una onza de jengibre fresco en un litro de agua durante diez minutos. Luego, se debe colocar paños aún calientes y mojados con esta preparación donde se sienta el dolor o cólico.
Existen varias recomendaciones que ayudan para combatir las piedras en los riñones:
Tomar. por lo menos, 8 vasos de agua.
Consumir fibras (por lo menos18 gramos al día) y alimentos que contengan vitamna A y B, ya que se ha comprobado por estudios que reduce la cantidad de calcio de la orina y así se disminuye las probabilidades de la generación de cálculos.
Reducir la cantidad de proteina animal, ya que le da trabajo adicional a los riñones. Por ello, se recomienda consumir más pescado.
Verificar las medicinas que se están consumiendo, ya que existen antiácidos que se venden sin receta que contienen elevadas cantidades de calcio lo que puede contribuir a la formación de cálculos.
Evitar el consumo de los frijoles, la remolacha, las espinacas, las moras, la coliflor, las alcachofas, la col. También la sal, los embutidos, la mostaza y los condimentos en general.
Mantenerse en actividad (hacer ejercicio, caminar, etc.) ya que la gente inactiva tiende a acumular mucho calcio en su torrente sanguineo; mientras que la actvidad ayuda a devolver el calcio a sus huesos.
Llevar el cálculo al doctor, si lo desaloja, para analizarlo en un laboratorio así podrá determinar el tipo de cálculo y le ayudará a usted a evitar otro en el tuturo.