Un buen baño caliente es una de las mejores medicinas que solemos suministrarnos luego de una dura jornada de trabajo, de estudio, o simplemente luego de haber pasado horas bajo el estrés que suele imperar en la ciudad.
Pero si además del agua caliente utilizas otros elementos como sales minerales, hierbas medicinales, esencias aromáticas o flores, podrás disfrutar de un delicioso baño terapéutico que además de relajarte y reducir tus tensiones, te aportará un excelente tratamiento de belleza para la piel.
Y lo mejor de todo es que existen muchas formulas para preparar un baño terapéutico según tus necesidades, ya sea para reducir el estrés, calmar los nervios o descontracturar el cuerpo, pues todo esto es posible si utilizas tu tina como un enorme caldero mágico para combinar los elementos más apropiados según sean tus necesidades.
Un baño de relajación
Tanto si te interesa relajar los nervios como los músculos, un baño terapéutico con sales de epsom resulta un antídoto casi mágico, pues el contenido en magnesio de estos sulfatos resultan especialmente indicados para calmar las tensiones del sistema nervioso, aflojar los músculos y tratar las inflamaciones. Además, el efecto desintoxicante de estas sales promueve la limpieza de la piel y los poros, facilitando la eliminación de toxinas y residuos del organismo.
Baño para eliminar la radiación
Seguramente pienses que tu no estás expuesto a la radiación por el simple hecho de no encontrarte cerca de una planta nuclear, pero tal vez te sorprenda saber que hasta el pequeño teléfono móvil que utilizas todo el día despide ondas radioactivas que serian mejor evitar, pero dado que estos aparatos se han convertido en una parte inseparable de nuestra vida, una buena forma de reducir su impacto negativo sobre el cuerpo es a través de un baño terapéutico para eliminar la radiación y los metales pesados, para lo cual solo debes agregar a tu baño 2 tazas de sales de epsom, ¼ taza de bicarbonato de sodio y unas gotas de aceite esencial de lavanda.
¡Adiós a los problemas!
¿Quién no termina el día con cientos de problemas y asuntos dándole vueltas por la cabeza? Y lo peor de todo es que con este esfuerzo mental no estamos pensando en una solución, sino únicamente preocupándonos de lo malo que resulta o de las consecuencias que nos puede acarrear. Por ello, para mantener tu mente libre y descansada de estos asuntos nada es mejor que un relajante baño caliente combinado con unos momentos de meditación.
Para ello selecciona una vela, aromática preferiblemente, y colócala cercana al borde de la tina. Añade unas gotas de aceite de vetiver en el agua y también frótate los pies con él. Una vez que estés ubicado en la bañera, concéntrate en la llama de la vela, fijando tu visión únicamente en ella.
Esta práctica te permitirá concentrar tu atención en el ejercicio y dejar de lado todas las preocupaciones, y si recuerdas lo que comentábamos en el artículo sobre las técnicas Kriya para la purificación corporal, este método meditativo de observar fijamente la llama de una vela resulta también una excelente forma para limpiar la vista y aliviar la tensión ocular.
Y si además de estas fórmulas sumas una música relajante y prácticas unos minutos de meditación, seguramente obtendrás un baño terapéutico sumamente calmante y renovador, que te permitirá disfrutar de un sueño pleno y levantarte al otro día con la mente clara y con el cuerpo totalmente energizado.
¡Pruébalos y luego cuéntanos tu experiencia!