Aventuras y desventuras de un aviador

Jesus L. Rodriguez

Sin saber muy bien el título propicio, me dispongo a estrenarme en este blog con la publicación de un post relacionado con la psicología. Si os digo la verdad, me gusta bastante teorizar, y en ocasiones mis reflexiones se aproximan más a un enfoque filosófico que a cualquier otro. Tengo por costumbre intentar huir de los convencionalismos y dejar que en algunas ocasiones, sean los impulsos los que le den forma a mi escritura. 

Dicho esto, me gustaría que me acompañaseis para así retroceder en el tiempo y hablaros sobre Howard Hughes. Supongo que muchos de nuestros lectores habrán oído hablar de él. Por aportar algunos datos biográficos, os diré que este señor, labró su fortuna mediante la explotación petrolífera. Fue productor cinematográfico, ingeniero aeronáutico y piloto. De talento inagotable y de inteligencia sobresaliente, Howard Hughes pasó gran parte de su vida aquejado por los síntomas de una enfermedad mental, que a la larga sería invalidante: El trastorno obsesivo compulsivo (TOC).

Hablando un poco de cine, debo deciros que la figura de Howard Hughes aparece en dos películas. Una de ellas es ?La gran estafa? o ?The Hoax?, protagonizada por Richard Gere. En esta película, obtenemos una imagen de Howard Hughes, de un poderoso hombre, celoso de su intimidad, ermitaño y de comportamientos excéntrico.

Por otra parte, si nos remitimos a ?El aviador?, protagonizada por Leonardo DiCaprio y dirigida por Martin Scorsese, la visión que obtenemos es mucho más profunda. Dejando de lado todo lo relacionado con su imperio y sus devaneos amorosos, encontramos a un Howard Hughes demasiado vulnerable, para un mundo que se mueve a golpe de talonario y en el que la imagen lo es todo.

A medida que avanzaban los años, los síntomas del TOC se hacían más visibles. Su obsesión por mantener el entorno libre de gérmenes, lo obligó a recluirse y a realizar sus transacciones por teléfono. Los actos repetitivos (compulsiones) se sucedían uno tras otro.

Es curioso, porque en esta película podemos observar la tensión a la que estaba sometido Howard Hughes. Los actos y reuniones sociales a los que asistía, le provocaban una gran ansiedad, que se traducía en forma de acto repetitivo. Hughes nunca fue tratado de tal enfermedad; y eso que fue en los años ?50 cuando se introdujo el uso de fármacos en el tratamiento de las enfermedades mentales.  Su total desaparición de la vida pública, hizo correr cientos de rumores sobre su estado.

Howard Hughes podía tener acceso prácticamente a todo, sin embargo hay cosas que el dinero no puede comprar.

Bajo la máxima ?el génesis de la vida misma?, fundó en 1953 el Instituto Médico Howard Hughes (HHMI). En la actualidad, este instituto es uno de los más prestigiosos y más avanzados del mundo, en la investigación biomédica.

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