Cuando el flujo de la sangre se detiene y no llega a una parte del cerebro, se produce un accidente cerebrovascular el que también es muchas veces conocido como ataque cerebral. Cuando el flujo sanguíneo se detiene por algunos segundos, el cerebro no recibe nutrientes ni oxígeno; producto de esto las células pueden morir y ocasionar daños permanentes. Pero gracias a algunos alimentos y hábitos saludables se pueden prevenir accidentes cerebrovasculares, mejorando además la salud en general.
Existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares, por un lado está el isquémico en el que un vaso sanguíneo que transporta sangre al cerebro es bloqueado por un coágulo de sangre; lo que se origina por una arteria que está muy estrecha o cuando se desprende un coágulo de otro lugar de los vasos sanguíneos del cerebro. Mientras que el otro tipo es el accidente cerebrovascular es el hemorrágico el que puede ocurrir cuando una persona está tomando anticoagulantes, donde la presión arterial muy alta hará que los vasos sanguíneos se revienten causando un accidente cerebrovascular.
Prevenir accidentes cerebrovasculares hábitos saludables
Para prevenir accidentes cerebrovasculares se deben conocer sus síntomas, los que pueden variar dependiendo de la parte del cerebro que se encuentre dañada. Cuando el accidente cerebrovascular es causado por un sangrado en el cerebro se presenta un intenso dolor de cabeza, el que comienza repentinamente y se puede hacer insoportable con el paso de las horas; también este dolor puede empeorar al acostarse boca arriba, además es una molestia que puede despertar a quien está durmiendo y empeorar cuando se cambia de posición o se hace un esfuerzo físico.
Otros de los síntomas de un accidente cerebrovascular son una pérdida de conocimiento, somnolencia e incluso estar en coma; además cambios en la audición, torpeza, pérdida de coordinación, debilidad muscular en la cara, problemas para caminar, problemas para hablar o para entender lo que otras personas hablan, pérdida de equilibrio y mareos son otros de los síntomas.
La alimentación juega un rol fundamental para prevenir accidentes cerebrovasculares, debiendo mantener un peso saludable y comer en porciones pequeñas durante el día. Alimentos como frutas, verduras y granos enteros ayudan a prevenir enfermedades y a tener un corazón sano, donde las proteínas magras también son recomendadas en la dieta, como pollo, frijoles, legumbres y pescados.
Al momento de comer productos lácteos, estos deben ser bajos en grasas teniendo menos de 1% de grasa en cuanto a la leche. En cuanto a los alimentos que se deben evitar se encuentran los alimentos procesados, fritos y productos horneados, además de evitar alimentos que contengan crema, huevos o queso. Las comidas con mucho sodio o sal están prohibidas, sin olvidar que se debe beber como mínimo 8 vasos de agua al día.
Es importante leer las etiquetas de los alimentos para prevenir accidentes cerebrovasculares, evitando aquellos que contienen grasas saturadas y grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas.
Consejos para prevenir enfermedades cerebrovasculares y factores de riesgo
No solo la alimentación es importante para prevenir enfermedades cerebrovasculares, ya que también se debe evitar el sedentarismo, realizando actividad física como mínimo 3 veces a la semana durante 30 minutos; el sobrepeso también se debe vitar, por eso es importante mantener una alimentación sana, evitando azúcares y bebidas gaseosas, prefiriendo en su lugar siempre agua.
Cuidar el colesterol también es recomendable, lo mismo que dejar de fumar, ya que este es un mal hábito que no solo puede provocar accidentes cerebrovasculares, sino también una serie de enfermedades relacionadas con el corazón y pulmones. El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de tener hipertensión arterial, la que luego puede desencadenar un accidente cerebrovascular.
Los factores de riesgo que son tratables y pueden provocar un accidente cerebrovascular son la presión arterial alta, recuento elevado de glóbulos rojos y apnea del sueño, los que se pueden tratar con previo diagnóstico médicos. Pero los factores de riesgos que no se pueden tratar o alterar es la edad, a partir de los 55 años aumentan las posibilidades de sufrir un ataque de este tipo; mientras que la raza también es un factor de riesgo donde las personas afroamericanas tienen un mayor riesgo en comparación a los de raza blanca.
Las personas que tienen antecedentes familiares de accidentes cerebrovasculares también tienen mayores posibilidades de tener uno.