Tomar sales minerales durante el embarazo

La hidratación en el embarazo es realmente importante y de hecho la ingesta de líquidos y de agua, es beneficiosa a la hora de hacer que la futura madre desarrolle la producción correcta de leche materna. Veámos ahora qué significa el tomar sales minerales durante el embarazo.

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Beber agua durante el embarazo es importantísimo, y de hecho no sólo porque nos hidrate sino porque al margen de ayurdarnos a la hora de producir leche materna, nos aliviará de esa sensación de sed que tienen muchas mujeres que están embarazadas. Además si nuestro embarazo se desarrolla en verano, podremos evitar el deshirdratarnos y llevarnos un susto. Dentro de este agua, podemos encontrar entonces la oportunidad de tomar sales minerales durante el embarazo.
De este modo es bueno que bebamos unos dos litros de agua al día, y si ese agua además contiene sales minerales, o está enriquecida con sales minerales, podremos decir que serán muy beneficiosas para tu salud, ya que en el caso de mujeres embarazadas se reduce la retención de líquidos y la tan molesta sensación de piernas cansadas e hinchadas.

Las sales minerales no están presentes tan sólo en el agua, ya que también lo están en las frutas, y de hecho comer fruta es muy bueno para las embarazadas.
Lo ideal es consumir la fruta con la piel, y fresca, y de este modo estaremos comiendo piezas que contengan todas las vitaminas, proteínas, y sales minerales (además de azúcares) que pueden beneficiar nuestro cuerpo.
Las verduras también contienen sales minerales, estas se pueden comer crudas o sin cocerlas demasiado, y tanto las frescas como las congeladas poseen idéntico valor nutritivo. El calcio, el magnesio y el hierro son sólo algunas de las sales minerales que podemos encontrar en frutas y verduras.

La carne y el pescado son también alimentos recomendables para mujeres embarazadas, además contienen sales minerales como el hierro, magnesio o el fósforo.
Todas ellas son beneficiosas para nuestro organismo en diversa medida, aunque deberémos evitar las carnes y pescados que tengan mucha grasa y no deberá ser nunca nuestra única base alimenticia.

El hierro lo encontramos en las carnes rojas, la casquería y, en menor medida, en las legumbres, tanto secas como frescas.
El calcio importante para los huesos y constitución del esqueleto. Se encuentra en la leche y demás productos lácteos, así como algunas hortalizas y sardinas.
El iodo para el buen funcionamiento de la tiroides.La tenemos en el pescado y sal yodada (aunque de esta no podemos abusar)
El magnesio, necesario para la división celular. Lo encontramos en frutos secos, legumbres, fruta como los plátanos o el chocolate negro.
El selenio, ayuda al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Lo encontramos en la carne, el pescado, los huevos, los cereales integrales…
El zinc es imprescindible para la multiplicación de las células y las funciones inmunitarias. Se encuentra en la carne, el pescado, los productos lácteos, los cereales y las legumbres.
El flúor interviene en la mineralización de los dientes. Está presente en el pescado, las espinacas, el té, la ensalada, las manzanas.