Los bebés, con sus sistemas inmunológicos en desarrollo, son más susceptibles a resfriados. Reconocer los síntomas y proporcionar cuidados adecuados es crucial para su bienestar.
Desafortunadamente los virus siempre existirán y aunque se tengan todos los cuidados con el bebé, este siempre estará propenso a resfriarse incluso cuando aún no cumple los 6 meses de vida.
Los resfriados son muy contagiosos, causados por un virus y contagiados directamente entre personas o por superficies contaminadas; esto hace que los resfriados formen parte de nuestra vida y de los bebes también.
Pero ¿cómo saber si está resfriado? para responder esta pregunta es necesario conocer los síntomas de un resfriado en un bebé, pero los médicos siempre recomiendan que si el bebé está resfriado y aún no cumple un año de edad es recomendable acudir a un especialista.
Cuando el bebé esta resfriado uno de los síntomas más comunes es su rechazo a la leche materna y su irritabilidad, además de verse más debilitados.
Síntomas de un resfriado en un bebé y que hacer
Los síntomas de un resfriado en un bebé son muy similares a los cuadros clínicos de personas que están resfriadas normalmente, donde mucosidades, estornudos, malestar, obstrucción nasal y en ocasiones fiebre son las señales que nos hacen pensar que un niño está resfriado.
Además puede aparecer tos la que en un principio puede ser seca pero luego puede ser húmeda y con secreciones.
Un resfriado no necesita más que un alivio de los síntomas, solo en casos graves o con complicaciones necesita de tratamientos más específicos; pero generalmente solo se necesita aliviar las molestias.
Congestión Nasal:
La dificultad para respirar por la nariz es un síntoma frecuente. Observa cualquier ruido al respirar y asegúrate de mantener las vías respiratorias despejadas.
Estornudos y Secreción Nasal:
Bebés resfriados tienden a estornudar con regularidad y presentar secreción nasal clara o ligeramente espesa. Limpia suavemente la nariz para aliviar la congestión.
Tos:
Una tos leve o moderada es común. Monitorea la frecuencia y la intensidad de la tos para evaluar su evolución.
Fiebre:
Aunque no todos los bebés con resfriado desarrollan fiebre, algunos pueden tener una temperatura elevada. Controla la temperatura y sigue las indicaciones del pediatra.
Irritabilidad y Cambios en el Apetito:
Los bebés resfriados pueden volverse más irritables y mostrar una disminución en su apetito. Ofrece alimentos y líquidos de manera regular, adaptándote a sus necesidades cambiantes.
Problemas para Dormir:
La congestión y otros síntomas pueden perturbar el sueño del bebé. Considera elevar ligeramente la cabecera de la cuna y brinda consuelo antes de dormir.
Cuidados Recomendados:
Hidratación: Asegúrate de que el bebé esté bien hidratado ofreciendo más frecuentemente leche materna o fórmula.
Aspirar la Mucosidad: Utiliza un aspirador nasal para eliminar la mucosidad antes de las comidas y el sueño.
Humedecer el Ambiente: Instala un humidificador en la habitación del bebé para aliviar la congestión nasal.
Elevar la Cabeza: Eleva ligeramente la cabecera de la cuna para facilitar la respiración durante el sueño.
Cuidados Amorosos: Brinda contacto y atención adicionales, ya que el apoyo emocional también es vital para la recuperación.
Mucosidad
Cuando aparecen mucosidades en los bebes es bueno observar su color, en un principio son transparentes pero luego se espesan y pueden tener un color amarillento, las que en un plazo de 8 a 10 días pueden ser transparentes siguiendo un camino inverso; pero si luego de 10 días las mucosidades siguen amarillentas se puede tratar de una sobreinfección por bacterias, siendo necesario seguir un tratamiento diferente.
Algunos padres se asustan cuando él bebe presenta ronquidos y ruidos nasales, pero estos son otros de los síntomas de un resfriado en un bebé, producto de las fosas nasales estrechas y el aumento de vegetaciones adenoideas, malestares que desaparecen con el tiempo.
Algunos bebes roncan porque acumulan moco en su garganta sin estar resfriados, en este caso es recomendable cambiarlos de posición para que el ruido cese.
Una vez identificados los síntomas de un resfriado en un bebé se pueden tomar medidas generales para el tratamiento de la enfermedad, un ejemplo de esto son las gotas de suero o agua de mar a presión que son aplicadas sobre la nariz, esto ayudará a que el niño respire mucho mejor cuando tiene congestión nasal.
También es bueno cuidar de las irritaciones la piel, la que se tiende a irritar cerca de la nariz, para esto se puede aplicar crema hidratante en la zona de los orificios nasales.
En cuanto al ambiente donde el bebé descansará, es bueno que sea húmedo y no muy seco, el uso de un humidificador en la habitación del niño es recomendable o darles baños tibios, esto ayuda a aliviar las molestias de un resfriado.
Al igual que aumentar la hidratación, beber mucha agua y descansar ayudará a que la infección empeore, pero si el bebé solo toma leche materna, es recomendable que beba mucho más para favorecer su recuperación.
Cómo prevenir resfriados en un bebé y cuando acudir al médico
Para prevenir resfriados en bebés es bueno que mantengan una buena alimentación, esto ayudará a reforzar sus defensas y a proteger al niño de otras enfermedades.
Lactancia Materna:
La leche materna fortalece el sistema inmunológico del bebé, proporcionándole anticuerpos esenciales. Fomenta la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses y continúa complementándola con alimentos sólidos adecuados.
Ambiente Limpio:
Mantén el entorno del bebé limpio y libre de contaminantes. Evita el humo del tabaco y asegúrate de que las personas que cuidan al bebé se laven las manos regularmente.
Vacunación:
Cumple con el calendario de vacunación recomendado por el pediatra. Las vacunas son fundamentales para prevenir enfermedades, incluyendo algunas infecciones respiratorias.
Evitar el Contacto con Personas Enfermas:
Limita la exposición del bebé a personas con resfriados u otras enfermedades respiratorias. Pide a familiares y amigos que eviten visitar al bebé si están enfermos.
Higiene Personal:
Lávate las manos cuidadosamente antes de tocar al bebé, y asegúrate de que quienes lo cuidan hagan lo mismo. Esto reduce la propagación de gérmenes.
Ropa Adecuada:
Viste al bebé de manera apropiada para la temporada y evita la exposición excesiva a temperaturas extremas. Un abrigo ligero en invierno o ropa fresca en verano ayuda a mantener su temperatura corporal equilibrada.
Evitar Lugares con Multitudes:
Durante los meses de mayor propagación de infecciones respiratorias, evita llevar al bebé a lugares concurridos y mal ventilados.
Limpieza Regular de Juguetes:
Desinfecta los juguetes con regularidad, especialmente si el bebé ha estado enfermo. Esto reduce la posibilidad de reinfección.
Buena Nutrición:
Proporciona una dieta equilibrada y rica en nutrientes. Los alimentos saludables fortalecen el sistema inmunológico.
Consultas Regulares con el Pediatra:
Realiza revisiones pediátricas periódicas para evaluar el desarrollo del bebé y discutir cualquier preocupación sobre su salud.
También es bueno evitar contagios si alguien de la familia está resfriado debe evitar el contacto con el bebé, pero si el contacto es inevitable en el caso de la madre o el padre, el uso de mascarillas puede ayudar.
Por otro lado, resguardar al bebé del frío también es recomendable y en el caso de usar calefacción exterior el contraste con la temperatura exterior no debe ser exagerada para no provocar resfriados.
Pero cuando los síntomas de un resfriado en un bebé ya fueron identificados y empeoran con los días, es necesario acudir al médico en situaciones como; tener más de 38° de fiebre y ser menor de 2 meses, además si el niño no tiene la nariz muy tapada y le cuesta respirar sus padres deben llevarlo inmediatamente al médico.
Lo mismo si respira muy deprisa y presenta silbidos al respirar, además si está muy irritado y no se puede calmar.