Sandía, sabor y salud en verano. El consumo de frutas como la sandía puede ser una forma agradable y satisfactoria para obtener una nutrición de calidad este verano. Lo mejor de todo, es hacerlo a partir de fuentes naturales y en ese sentido, la sandía puede situarse en un lugar de honor. ¿Quieres saber por qué?
Para comenzar, la sandía contiene muchos antioxidantes y una gran cantidad de vitaminas y minerales todos imprescindibles para tu salud. A ello, no puedo menos que sumar el hecho de que tiene un sabor único, fresco y altamente satisfactorio; en tanto puede proporcionar a tu cuerpo muchos beneficios impresionantes su buen sabor es un aliado, sobre todo en el intento de que los más pequeños de la casa la consuman con agrado.
En términos de nutrición, la sandía puede ser una buena adición a las dietas por su rica variedad de vitaminas y minerales. En concreto, es una muy buena fuente de vitaminas A y C, vitaminas del grupo B, carbohidratos, potasio y antioxidantes. También contienen aminoácidos que pueden ayudar a mantener las arterias y el flujo sanguíneo a nuestros corazones para bien. Si estás buscando nuevas formas para mejorar tu salud y la de tu familia, las sandías serán sin duda una elección inteligente.
Pero hay más…
El licopeno y la vitamina A son nutrientes excelentes para mejorar la salud de nuestros ojos. Las sandías contienen en realidad una fuente mayor de licopeno que cualquier otra fruta o verdura. Se puede lograr la mejora de nuestra visión mediante la prevención de la degeneración macular y otros problemas que pueden surgir con nuestros ojos. Es importante mantener nuestros niveles de estos nutrientes a medida que envejecemos para que podamos mantener nuestra visión saludable y duradera.
Los expertos recomiendan como óptimo, consumir una porción de sandía al día con lo cual conseguiremos notables beneficios a nuestra salud y estética.
Con tan sólo 2 tazas de sandía al día, lograrás que la piel rejuvenezca su aspecto. La investigación ha demostrado que la sandía disminuye el riesgo de daño solar relacionados con la piel en un 40%; precisamente en razón del licopeno, un antioxidante que neutraliza los radicales libres inducidos por UV que causan quemaduras por el sol y las arrugas.
- Ayuda a reducir los riesgos de cáncer y otras enfermedades.
- Contribuye a mejorar el sueño; además de constituir un postre liviano y muy digestivo, al comer unas rebanadas de esta fruta después de la cena, se puede extender las etapas profundas del sueño en un 27%.
Diurético natural: ¿Quién no recuerda la prohibición estricta que teníamos cuando niñas de comer sandía antes de dormir? Tal como nos advertían nuestros padres, la cantidad de agua que posee esta fruta actúa como un diurético natural y casi automático en nuestro organismo. Rica en potasio, nos ayuda también a perder el sodio que guardamos en el organismo, para vernos y sentirnos más delgadas rápidamente.
Mucha fibra, pocas calorías: La sandía se caracteriza por ser una importante fuente de fibra, lo que además de mejorar nuestra digestión, nos da una automática sensación de saciedad en el estómago, ideal cuando queremos controlar lo que comemos. Eso, sin olvidar que como está compuesta casi en un 90% de agua, por lo que es bastante baja en calorías (apenas unas 30 por cada 100 gramos). ¿Parece broma, cierto?
Rica, útil y sana: Aunque parezca demasiado buena y rica para ser verdad, la sandía también tiene propiedades muy positivas para el funcionamiento de nuestro organismo . Famosa por sus componente antioxidantes (al igual que otras ricas frutas, como los berries); su capacidad de reducir la presión arterial y sus positivos efectos a nivel muscular