La piel de los bebés necesitan mayor nivel de protección que los adultos por lo que es fundamental utilizar protectores solares, ya sean químicos o naturales, cuando van a estar expuestos al sol. De igual manera, también tenemos que cuidar la piel de los niños puesto que disminuye la probabilidad de sufrir enfermedades durante la adultez.
Cualquier protector solar no es válido para la piel de un bebé ni la de un niño, es importante que tengamos en cuenta ciertas características a la hora de escoger uno:
Como mínimo los fotoprotectores tienen que proteger de la radiación UVA y B pero también es bueno que sepas que ahora mismo puedes encontrar algunos que protegen tanto de la radiación infrarroja como de la luz.
En el caso de los niños el nivel de protección tiene que ser de un mínimo de 30 pero siempre es aconsejable que sea un poco más, además fijaros en los resultados que se han obtenido en el estudio de la OCU antes de escoger una marca concreta ya que se ha visto como los prodcutos de Garnier (Delial Golden Protect y Delial leche protectora hidratante), La Roche-Posay (Anthelios smooth lotion) y Biotherm (Lait solaire) no dan al usuario la protección y servicios que anuncian.
Los protectores tienen que echarse tanto en la cara como en el cuerpo. Presta atención a esas zonas tan olvidadas como son la planta de los pies, las orejas o el hueco popliteo (detrás de la rodilla).
La crema debe aplicarse de forma frecuente, no sólo es echarlo a primera hora y ya está, hay que repetir el proceso varias veces a lo largo del día, más o menos cada 90 o 120 minutos y/o después del baño.
Otra característica que tenemos que tener en cuenta es que deben de ser hipoalergénicos y es preferible que estén libres de perfumes.
Esté el día nublado o soleado, estén bajo una sombrilla o a pleno sol, siempre tienen que estar bien protegidos del sol por lo que es fundamental que le eches el protector adecuado unos 30 minutos antes de la exposición.
Las cremas y leches, que contienen en su composición agentes hidratantes, son los fotoprotectores más indicados para los bebés y los niños. Las soluciones alcohólicas, que están presentes en lociones y geles, tienen un efecto secante que conviene evitar en la piel de los niños y que, en cambio, es recomendable en pieles grasas o con tendencia al acné.
Las líneas infantiles están especialmente diseñadas para la delicada piel del bebé o del niño y son las más adecuadas para ellos. También se pueden usar las formuladas para pieles sensibles.
Las presentaciones resistentes al agua son siempre la elección más adecuada para los niños. Estos protectores están pensados para durar más que los demás en el agua durante el baño o en el caso de sudoración abundante al realizar actividad física.
La efectividad de los protectores solares depende de su aplicación correcta. Con estos consejos podrás proteger a tu bebé de las radiaciones solares:
- Cubre toda la piel extendiendo la crema. La forma correcta de aplicar el fotoprotector solar es frotando y extendiendo bien la crema por todas las áreas corporales expuestas, especialmente la cara, las manos y los pies. En la cara, se debe aplicar la crema por la nariz, labios y orejas, pero nunca por los párpados porque la crema puede entrar en los ojos y causar irritaciones. Los párpados deben protegerse con el uso de gafas de sol y un gorro de ala ancha.
- Evite la exposición al sol, particularmente durante las horas de 10 de la mañana a 4 de la tarde, cuando los rayos UV son más fuertes.
- Evite las superficies que reflejen la luz, tales como el agua, la arena, el hormigón, la nieve y las áreas pintadas de blanco.
- Aplicar la crema 30 minutos antes de salir de casa. Debido a que las sustancias del protector solar no empiezan a hacer efecto en la piel hasta 20 minutos después de aplicarlo, conviene ponerlo en casa antes de salir. Evita que tus hijos se pongan la camiseta inmediatamente después de aplicarlo para que el tejido de algodón no absorba la crema. Pero sobre todo, no esperes a llegar a la playa o a la piscina para ponerles la crema porque durante la primera media hora de exposición al sol suelen producirse las quemaduras.
- Renueva el protector solar cada 2 horas. La frecuencia de renovación habitual de la crema solar es cada 2 horas, pero como los niños se están bañando frecuentemente, juegan con el agua y mantienen mucha actividad física al estar jugando constantemente, renueva su protector solar cada menos tiempo.
- Aplica protector solar también en días nublados. Aunque parecen días de sombra, en los días nublados también hay que poner crema solar, porque las radiaciones solares atraviesan las nubes.
¿Cómo debería tratar una quemadura leve?
Si la quemadura es leve, moja un pañal de tela o un paño limpio en agua fresca, escúrrelo, y ponlo suavemente sobre el área quemada durante diez a 15 minutos, unas cuantas veces al día (asegúrate de que tu niño no se enfríe). También puedes bañar a tu bebé en una mezcla de agua fresca y bicarbonato de sodio (baking soda en inglés) para refrescarle la piel y disminuir la rojez. Después de uno de estos dos tratamientos puedes aplicarle con suavidad una crema hidratante con base de agua. Dale también a tu bebé abundantes líquidos — leche materna, leche de fórmula o, para un bebé mayor, agua — para prevenir la deshidratación.
Si la quemadura es severa y le están saliendo ampollas en la piel, lo cual es una señal de una quemadura de segundo grado, llama a tu pediatra para pedirle consejo. Quizás tu doctor recomiende ungüentos o cremas con esteroides, un medicamento para aliviar el dolor que no contenga aspirina, o vaciar y vendar las ampollas.