Gafas, sombrero, toallas, ojotas, algún bolso o mochila, y… protector solar! Seguramente los artículos que llevas habitualmente a la playa se asemejan mucho a estos, entre los cuales no puede faltar el protector solar, indispensable para defender nuestra piel de los efectos nocivos de los rayos ultravioletas.
Pero antes de utilizar un producto químico como cualquier protector solar, ¿qué te parecería hacer tu propio filtro solar casero?
La verdad es que esta receta resulta muy interesante, ya que te permitirá controlar totalmente los productos que aplicas sobre tu piel (parte de los cuales penetran en tu organismo) y asegurarte que no contenga ninguna sustancia tóxica, pero sin dejar de cumplir la función de proteger tu cuerpo y evitar las peligrosas quemaduras solares.
¿Qué tienen de malo los protectores solares comerciales?
En primer lugar, aquí no se intenta postular que debas sustituir tu protector solar convencional por uno natural, pero sí queremos acercarte algunos datos sobre uno y otro para que consideres a la hora de elegir el producto más adecuado.
Con respecto a los protectores solares convencionales, si bien no está totalmente comprobado científicamente, existen posibilidades de que estos productos, en lugar de prevenir el cáncer a la piel, podrían fomentarlo, así como desórdenes hormonales y a la producción de radicales libres.
La causa de todos estos problemas es la presencia de químicos considerados tóxicos, como la oxibenzona o el palmitato de retinol, que suelen estar presente en gran parte de los protectores solares que se encuentran en el mercado.
Cómo preparar un filtro solar de forma natural
Con la siguiente receta casera podrás preparar tu propio filtro solar casero, con un factor de protección solar de 20 o mayor si así lo deseas. Recuerda que podrás aromatizarlo a gusto y reservarlo hasta por 6 meses en el refrigerador.
Ingredientes para el filtro solar casero
1/2 taza de almendras molidas o aceite de oliva
1/4 taza de aceite de coco
1/4 taza de cera de abejas
2 cucharadas de óxido de zinc (cada cucharada aporta un FPS de 10, por lo que si deseas aumentar la protección puedes agregar otro par de cucharadas)
Aceite esencial de lavanda o el que más te guste para perfumar
Cómo prepararlo
Toma un recipiente de vidrio y mezcla las almendras, el aceite de coco, la cera y el aceite esencial. Ponlos a calentar en un baño Maria para que se fundan. Puedes batir un poco para facilitar su integración.
Cuando todos los ingredientes estén completamente fundidos, añade el óxido de zinc y continua mezclando muy bien (ten cuidado de no inhalar el óxido de zinc).
Una vez que hayas formado una sustancia viscosa pero sin llegar a ser demasiado espesa, puedes retirar del fuego y verterlo en el recipiente que lo vayas a reservar, preferentemente de vidrio.
Deja que repose un día antes de comenzar a utilizarlo.
Como ves, este filtro solar casero solo requiere de unos simples pasos, tras los cuales podrás contar con una protección natural y muy efectiva, que te permitirá disfrutar del sol y estimular la producción de vitamina D en la piel sin ningún peligro.
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