Añadir frutas a nuestra dieta es la forma más eficaz y natural de obtener vitaminas y mantenernos saludables. El caso de las mandarinas, también conocidas como tangerinas, no es la excepción.
Las mandarinas son frutos cítricos dulces y deliciosos, pueden utilizarse en muchos platos y además tienen varios beneficios para la salud.
En OtraMedicina en más de una ocasión hemos visto el poder de las propiedades de todo tipo de frutas, desde las primas de las mandarinas, las naranjas, hasta las propiedades de las uvas. Para seguir conociendo los beneficios de las frutas, hoy te presentamos los beneficios que tienen algunas de las propiedades de las mandarinas.
Las mandarinas
Antes de comenzar a ver cuáles son las propiedades de las mandarinas comencemos viendo qué son las mandarinas y algunas de sus características fundamentales.
Las mandarinas son el fruto cítrico del árbol conocido como mandarino. Como todos los cítricos, las mandarinas son una importante fuente de vitamina C. Éstas se caracterizan por un color naranja claro y por ser muy similares a las naranjas, aunque tienen un menor tamaño.
También tienen un aroma más intenso que las naranjas, un sabor dulce bien definido y su cáscara es mucho más fácil de quitar. Su pulpa consta de varios gajos agrupados, que contienen el jugo de la fruta y unas pocas semillas.
En la antigüedad esta fruta se cultivó en las zonas tropicales de Asia, sobre todo en la antigua China e Indochina. Hoy en día China continúa siendo el principal exportador de esta fruta, la cual por sus propiedades es utilizada justamente en la medicina tradicional china con frecuencia.
Beneficios de las mandarinas
Reducen el riesgo de desarrollar cáncer
Se cree que el consumo asiduo de mandarinas puede ayudar a prevenir el cáncer. Investigadores de la Kyoto Prefectural University of Medicine en Japón, señalan que tomando jugo natural de mandarinas a diario los pacientes con hepatitis viral crónica pueden reducir los riesgos de desarrollar cáncer de hígado.
El estudio duró un año entero y en él 30 pacientes que tenían hepatitis viral crónica añadieron el jugo natural de mandarinas a sus dietas diarias y como resultado, ninguno de ellos contrajo cáncer. Comprender este hecho se hace más fácil si tenemos en cuenta que otros 45 participantes que no tomaban jugo de mandarinas desarrollaron cáncer de hígado en el mismo estudio.