A la hora de cocinar, tenemos varias opciones en cuanto a los condimentos se refiere, por eso creemos que es de gran importancia que sepáis un poco mas de las propiedades de la sal común, así como la cantidad que se debe utilizar dependiendo de la forma de cocinarla junto con los alimentos.
Así pues, destacar que las propiedades de la sal común así como sus nutrientes pueden cambiar dependiendo de la cantidad que empleemos para cada alimento, o de la manera que la cocinemos como hemos dicho anteriormente, considerando a la sal común como un condimento mas entre otros muchos que podemos utilizar para darle mas sabor tanto a carnes, pescados, verduras o ensaladas.
Del mismo modo, comentar que este condimento contiene una serie de propiedades, nutrientes y beneficios ideales para el organismo, pero que siempre deben ser controlados para que no se conviertan en dañinos si se toman con demasiada asiduidad. La sal común es muy rica en sodio, así como en magnesio, siendo el condimento con mas yodo por cada 100 gramos de esta.
Por otro lado, mencionar también que la sal común no contiene purinas, pero si cantidades considerables tanto de calcio, zinc, hierro o de fósforo, por lo que tomarla a diario en pequeñas cantidades siempre va bien para regular el colesterol, porque ayuda al sistema circulatorio y en consecuencia al corazón.
Asimismo, debéis saber que el consumo de sal común en los alimentos cotidianos ayuda también a que gracias al yodo que contiene, se fortalezcan las uñas, la piel este mas sana y el cabello mucho mas resistente y brillante, porque se procesa mucho mejor los hidratos de carbono que se ingieren a diario, así que no dudéis en tomar sal común en cantidades moderadas en vuestras comidas, tanto carnes, ensaladas, salsas o verduras a la plancha.
La sal común es un alimento rico en sodio ya que 100 g. de este condimento contienen 38850 mg. de sodio.
Este alimento también tiene una alta cantidad de magnesio. La cantidad de magnesio que tiene es de 290 mg por cada 100 g.
Con una cantidad de 44 mg por cada 100 gramos, la sal común también es también uno de los alimentos con más yodo.
La sal común se encuentra entre los alimentos bajos en purinas ya que este alimento no contiene purinas.
Entre las propiedades nutricionales de la sal común cabe destacar que tiene los siguientes nutrientes: 0,20 mg. de hierro, 29 mg. de calcio, 0,10 mg. de zinc y 8 mg. de fósforo.
La sal común es un alimento sin colesterol y por lo tanto, su consumo ayuda a mantener bajo el colesterol, lo cual es beneficioso para nuestro sistema circulatorio y nuestro corazón.
La sal común es un alimento que no tiene calorías y por tanto te ayudará a mantenerte en línea. Si piensas en realizar una dieta para bajar de peso, tomar alimentos como la sal común, ayudará a regular tu peso. No olvides que antes de empezar una dieta debes antes consultarlo con tu médico o con un nutricionista.
La sal común al no tener purinas, es un alimento que pueden tomar sin problemas aquellas personas que tengan un nivel alto de ácido úrico. Por este motivo, consumir alimentos bajos en purinas como la sal común, ayuda a evitar ataques en pacientes de gota.
Beneficios de la sal común
La abundancia de yodo que se puede encontrar en este condimento, es beneficioso para nuestro metabolismo, regulando nuestro nivel de energía y el correcto funcionamiento de las células. Además, el yodo de la sal común, ayuda a cuidarnos por dentro, regulando nuestro colesterol. Al ser un alimento rico en yodo, también ayuda a procesar los hidratos de carbono, fortalecer el cabello, la piel y las uñas.
La sal en el organismo
El cuerpo de una persona que pese 70 kilos contiene 46 litros de agua, 3 litros de plasma sanguíneo, 14 litros de líquido intercelular (que impregna los espacios intercelulares de los tejidos) y 29 litros de líquido intracelular (que forma parte de las células). Estos líquidos llevan un gran contenido de sal (unos 300 gramos) al propio tiempo que cantidades notablemente fijas de azúcar, urea, proteínas y otras sustancias.
El sodio existe principalmente en el líquido intercelular y en el plasma. En el líquido intracelular, en cambio, abunda el potasio y se encuentra escasa cantidad de sodio. La membrana celular es, pues, una barrera entre estos dos minerales antagónicos.
Por varias razones, la sal posee importancia vital. El medio interior del organismo humano forma como innumerables lagos, ríos y arroyos que lo surcan. Pero la sal contenida en estos líquidos no se halla en su forma común, sino en estado de iones, es decir, en moléculas descompuestas, perpetuamente en movimiento. En este caso, el cloruro de sodio, fórmula química de la sal, se halla disociado, estando el cloro en una parte y el sodio en otra; se reencuentran, se combinan de nuevo y vuelven a separarse según las necesidades del organismo, en el cual puede decirse que la sal vive cambiando sin cesar de forma.
La parte del organismo más rica en sal es el líquido celagarraquídeo contenido en la columna vertebral. Después viene el plasma sanguíneo y la linfa. Entre los órganos, son los riñones los que contienen mayor cantidad, después el útero, los pulmones, el cerebro, el corazón y la piel.
La sangre contiene un tres por ciento de sal y, sin esta concentración, no se hallaría en condiciones de realizar sus funciones.
Asimismo, es de la mayor importancia el hecho de que el efecto digestivo de los jugos gástricos se debe a su concentración en ácido clorhídrico. Este se forma en las glándulas del estómago a partir del cloro contenido en la sal. Sin sal en los alimentos, la digestión sería imposible.
Todas las secreciones del tubo digestivo contienen sal: la más rica es el jugo intestinal, después el jugo gástrico, la bilis, el jugo pancreático y la saliva. Esta sal no sale del organismo. En cierta forma es prestada por la sangre al tubo digestivo y, una vez absorbida en los intestinos, vuelve a la sangre. Es lo que se denomina ciclo digestivo de la sal.
El papel de la sal durante la digestión consiste en mantener el equilibrio químico entre las materias digeridas y el resto del organismo. En efecto, un intercambio biológico a través de una membrana (como la mucosa intestinal) sólo puede efectuarse si los líquidos de ambos lados tienen la misma concentración salina. Para que la absorción pueda tener lugar a través de la mucosa intestinal hace falta, por tanto, que los productos de la digestión tengan la misma concentración en sal que el resto del cuerpo.
Funciones de la sal en el organismo
La sal cumple en el organismo las siguientes funciones:
– Regula el equilibrio ácido-básico.
– Mantiene la presión osmótica de los líquidos corporales protegiendo el organismo contra pérdidas excesivas de los mismos.
– Ayuda a conservar la excitabilidad normal del músculo.
– Colabora en la conservación de la permeabilidad celular.
Necesidades diarias
El organismo puede alterarse por defecto o por exceso de sal. Las necesidades mínimas diarias de sal para un adulto normal se calculan en 7,5 gramos.
Hay personas que toman sal, con un promedio de 20 a 30 gramos por día. Las hay tan aficionadas a ella que la ingieren directamente, como una golosina.
A las cantidades de sal que se utilizan para espolvorear las ensaladas y otros alimentos, hay que tener en cuenta que se suman las utilizadas en la condimentación y conservación de diversos alimentos: salsas, quesos, pastas para aperitivos, etcétera. Algunos restaurantes tienen por costumbre salar mucho los alimentos con objeto de disimular los defectos de sabor y, al propio tiempo, fomentar el consumo de bebidas.
Por otra parte, algunos alimentos contienen sodio en bastante cantidad ya en estado natural: apio, perejil, algunos cereales, leche, huevos, etc.
En los países de la Unión Europea se calcula un consumo diario de 15 gramos por persona, distribuidos del siguiente modo:
– Contenido propio de los alimentos: 5 gramos.
– Sazonamiento en la cocina o en la mesa: 5 gramos.
– Pan: 5 gramos.
¿Es excesivo este consumo? No, si el organismo es joven y si el corazón y los riñones aseguran una circulación y una eliminación correctas. Sí, en caso contrario. Como hemos indicado, una cantidad correcta es de 7,5 gramos diarios.
Trastornos debidos a falta de sal
Estos trastornos provienen raramente de una alimentación poco salada, pues, como se ha dicho, gran parte de la sal necesaria se halla ya en la alimentación normal.
Pero, a veces se da el caso de que el organismo pierde sal de un modo anormal, ya sea por diarreas, vómitos, sudoración exagerada o por exceso de sal en la orina. Otras veces la sal, suficiente en estado normal, resulta insuficiente a causa de diversas enfermedades.
Los trastornos que se constatan cuando por alguna de estas razones la sal es insuficiente, son agrupados bajo el nombre médico de hipocloremia y constituyen una verdadera intoxicación del organismo.
Se manifiestan por agotamiento, dolores de cabeza, náuseas, diarreas, espasmos, calambres musculares de las extremidades (síndrome de pedrada, en los deportistas) y del abdomen.
Para evitar estos trastornos hay dos circunstancias en las que está justificado el consumo masivo de sal: el esfuerzo físico intenso, profesional o deportivo, y el clima tórrido. En uno y en otro caso la sudoración entraña una tendencia permanente a la deshidratación, que la sal combate eficazmente.
La pérdida de sodio por sudoración abundante se da en operarios que trabajan en ambientes de temperatura elevada como calderas, minas, hornos de fundición, etc. En estos casos, beber agua no evita las perturbaciones; ingerir bebidas alcohólicas, las complica. Son necesarios líquidos con sal (caldo vegetal, agua salada) para suplir el sodio que el organismo pierde sudando.
Trastornos debidos a exceso de sal
Por indispensable que sea la sal, su exceso es nocivo. La investigación médica ha comprobado que el consumo excesivo y prolongado da lugar a lesiones renales.
La causa del exceso de sal es generalmente debida a una alimentación demasiado salada. En general, cuando se come demasiada sal se registra una sensación de sed, restableciéndose el equilibrio al beber. Pero esto no ocurre si no se elimina la sal excesiva.
Diversas razones pueden oponerse a la eliminación de sal: nefritis, obstrucción de las vías urinarias, trastornos endocrinos, etc.
Los principales trastornos provocados por la retención de sal son los edemas (hinchazón de alguna parte del cuerpo) y, a veces, trastornos de la piel (erupciones, pruritos, etc.). Hay que añadir que el exceso de sal favorece la retención de agua y que, por esta razón, constituye una de las principales causas de la obesidad y de la hipertensión arterial.
La sal penetra en los millones de células que componen los tejidos del cuerpo y es perpetuamente batida por el torrente circulatorio. Los riñones y, en menor cantidad, la piel al sudar eliminan el exceso aportado por la alimentación. En una persona normal existe, pues, un equilibrio perfecto entre las entradas y salidas de sal. Sin embargo, este equilibrio es precario.
Señores Buena Salud, reciba mi agradecimiento en forma particular como los que componen esta Institución por la la información tan didáctica que Ud. manifiestan en esta pagina, somos ANTASAPP – Asociación Nacional de Técnicas y Auxiliares en Salud Publica del Perú, nuestro objetivo es brindar un servicio de calidad en lo que a salud Preventiva, Alternativa y Natural se refiere, trasmitiendo a las personas el cambio a un nuevo estilo de vida, donde se conjugue el buen balance y armonía en salud y vida de cada uno de nuestro pacientes.
Atte. Pedro Rocillo Valdez