El anís es una de las hierbas medicinales más empleadas históricamente para diversos tipos de remedios caseros. Pero, claro está, ese no es precisamente su único uso. También esta especie se ha convertido por derecho propio en muy popular dentro del uso como condimento de cocina. Es que sus características especiales así lo ameritan como planta con propiedades aromáticas.
Siempre ha sido cultivado masivamente tanto en Europa como en Sudamérica y Asia. De hecho, España es uno de los principales productores de esta especie. El anís, sin duda alguna, es uno de los condimentos con propiedades aromáticas más particulares que existen.
Al tener presente al anetol (componente que aparece en plantas como el hinojo, de sabor muy similar al anís) como uno de sus principios activos predominantes, el sabor de esta especie está claramente caracterizado por ese tono fresco. Además, contiene estragol y diversos aceites esenciales. Otra planta de sabor parecido, como para trazar similitudes, es el regalíz.
El anís como planta aromática en la cocina se emplea en panes, salsas, rellenos y preparados diversos; siempre y cuando su sabor y dulzor particulares quieran sentirse. En bebidas se emplea muchísimo. Un ejemplo es el licor de anís y otro el café al anís.