El embarazo es una bella etapa que suele generarnos muchas dudas, especialmente en el caso de la alimentación. Por eso, hoy queremos quitarte algunas de ellas, te contamos qué es lo que deberías comer después de dar a luz, de forma que cuides no solamente tu figura, sino también la salud, ¡presta mucha atención!
Según los expertos, el mejor momento para seguir una dieta de adelgazamiento es durante la lactancia y dar pecho ayuda a la mujer a recuperar su peso más fácilmente. Aunque, es importante que no sigas cualquier dieta que encuentres en al vuelta, sino que consultes con un experto, ya que puedes causar alteraciones metabólicas si sigues una alimentación equivocada.
Entre los consejos que tenemos para darte están los básicos, recuerda elegir los azúcares simples y grasas, especialmente moderar el consumo de grasas saturadas y en su lugar optar por alimentos como el pescado y tomar el aceite de oliva en cantidades moderadas. Además, en caso de que vayas a comer carnes lo mejor es que optes por las que son magras, como las aves de corral.
Por otro lado, es importante que evites los fritos, empanados y las salsas; lo principal en tu alimentación deberían ser las frutas y verduras y el consumo de zumos y licuados de hortalizas. Esto era lo que teníamos para compartir, se trata de consejos sencillos de seguir que marcan la diferencia en esta etapa, te animamos a tenerlos en cuenta, ¡te permitirán cuidar mejor de tu figura!
Consejos útiles:
- No te sometas a dietas rigurosas de ninguna especie debido a que puede llegar a afectar la calidad y cantidad de leche; en cambio, una alimentación equilibrada y racionalcomenzará a producir efectos positivos en tu figura.
- Tomá muchos líquidos: No menos de 1 libro y medio diario. Agua fundamentalmente, jugos naturales, caldos de verduras caseros o dietéticos.
- La cantidad de lácteos: 3 vasos de leche o yogurt descremados y el tamaño de 1 casete de músicas de queso compacto magro (menor al 6 % de grasas). Eso te ayudará a tener una mayor cantidad de leche y a reducir tu peso corporal.
- Las grasas a cubrir serían a través de las grasas útiles que son: aceites vegetales puros (oliva, girasol. canola, etc.) únicamente 1 cucharadita tipo té en los almuerzos y otra en las cenas, para condimentar las ensaladas.
También puedes consumir: frutas secas (20 maníes grandes o 10 almendras o 5 nueces), o 7 a 8 aceitunas diarias si no tienes hipertensión arterial.
- No dejes de consumir carnes rojas o cerdo magro 2 a 3 veces por semana una ración mediana. Eso ayudará a prevenir la anemia.
- El aporte de fibra es necesario para evitar la constipación, con lo cual es muy importante que no dejes de incluir diariamente como mínimo una ración de ensalada de vegetales crudos abundantes, frutas frescas con toda su cáscara o su pulpa, panes integrales, cereales integrales como arroz integral.
- Incorpórale al caldo: 2 cucharadas soperas de salvado de trigo o semillas de lino trituradas en el momento (no compres las que ya están trituradas: pierden las propiedades) en el caso que estés constipada.
- No te saltees comidas. De esa manera podrás evitar futuras compulsiones y te garantiza un aporte constante de energía a tu organismo y evitas molestias estomacales, como sensación de pesadez, agruras y acidez, síntomas tan comunes cuando se hacen dos comidas muy abundantes en todo el día.
- Es importante que efectúes actividad física. Si durante el embarazo no la implementaste, consúltale a tu médico el tipo que puedes realizar y su frecuencia.