A medio camino entre Escocia e Islandia, en el Océano Atlántico, se encuentran las Islas Feroe. Esta región autónoma, que pertenece a la Corona danesa, es poco conocida en el mundo pero eso podría cambiar si un ambicioso proyecto llamado FarGen tiene éxito. El objetivo es secuenciar el genoma de los 50.000 isleños e incorporar esa información a la práctica clínica.
La iniciativa, que comenzará este año con la secuenciación del ADN de 100 personas, cuenta con la participación del Ministerio de Industria y Comercio, el de Salud, la Universidad de las Islas Feroe, el Servicio Nacional de Hospitales y el Departamento de Salud Pública Laboral. La compañía de EEUU Illumina, así como las universidades de Oxford y Baylor, también participan.
«La ambición del proyecto es ayudar a que las Islas Feroe sean la primera sociedad del mundo en introducir el conocimiento genético en el servicio de salud pública y así convertirnos en la referencia para la investigación internacional en este campo», declaraba en el ‘Faroe Bussiness Report’ Bogi Eliasen, director de FarGen.
Los 50.000 feroeses que habitan las islas serán invitados a secuenciar su genoma, que será incorporado a su historial médico. La idea -a pesar de que la ciencia están aún lejos de poder interpretar todo lo que está escrito en el ADN- es que los médicos puedan utilizar esta información para mejorar el manejo de los pacientes, identificar sus riesgos, etc.
«Con la ayuda de los mapas genéticos, las variaciones genéticas específicas responsables de problemas de salud concretos pueden ser identificadas para permitir a los médicos establecer un diagnóstico correcto», señala en el mismo artículo Hans Atli Dahl, investigador feroés y cofundador de Amplexa, una compañía biotecnológica danesa. «De este modo, podrán tener en cuenta mucha más información a la hora de prescribir tratamientos, lo que significa que serán más efectivos y evitarán efectos adversos».
Los detalles del proyecto, según informa el diario británico ‘The Times’, se harán públicos en la reunión anual del Cold Spring Harbor Laboratory (EEUU), que se celebra estos días.
Hasta la fecha, la única iniciativa similar a ésta fue la de la compañía islandesa deCODE Genetics, que aspiraba a secuenciar el genoma de todos los islandeses. A pesar de los buenos resultados proporcionados por sus bases de datos, que han abierto incluso nuevas vías de investigación con fármacos, la empresa se declaró en bancarrota a finales de 2009, aunque sigue funcionando.