Después de haberse realizado un legrado por un embarazo frustrado se recomienda unos días de reposo a la paciente. Es normal sangrar un poco durante algunos días después de la intervención. Si el sangrado se prolonga, es abundante o presenta coágulos, si se tiene fiebre o dolores es recomendable acudir al medico para una exploración.
Como ya hemos explicado los riesgos de un legrado son muy pequeños pero eso no quiere decir que no existan ya que en cualquier tipo de intervención existe un mínimo riesgo.
– En el caso de mujeres que hayan dado a luz de manera reciente se corre un pequeño riesgo de perforar el útero ya que la pared de la matriz esta aun débil.
– Puede ocurrir que tras el legrado quede algo de tejido por una limpieza incompleta de los restos. Si queda algo de tejido puede crear algún problema como hemorragias o alguna infección. En ese caso tendrá que volver a realizarse un legrado para limpiar los restos que queden.
No comporta grandes riesgos, aunque se pueden dar problemas derivados del uso de la anestesia (reacciones a ésta o problemas respiratorios como consecuencia de su uso) o de la cirugía en sí (como una infección). Aunque son poco frecuentes, también implica ciertas complicaciones adicionales, como la posible punción del útero, desgarro del cuello uterino o cicatrización del revestimiento uterino.
Las actividades normales se pueden reanudar tan pronto como la paciente se sienta bien, posiblemente incluso el mismo día. Se puede presentar sangrado vaginal, al igual que cólicos a nivel de la pelvis y dolor de espalda durante unos cuantos días después del procedimiento.
Normalmente el dolor se trata bien con analgésicos comunes. No se recomienda el uso de tampón durante unas semanas y también se deben evitar las relaciones sexuales durante el mismo periodo de tiempo.
¿Embarazo tras un legrado?
Después de sufrir un aborto natural, la gran preocupación de la mayoría de mujeres es saber cuándo podrán volver a intentar el embarazo, si les costará quedarse encinta o si tienen probabilidades de volver a sufrir un aborto.
La respuesta a estas preguntas varía un poco en función de la salud de la mujer, de las causas que provocaron el aborto, de su recuperación tras el legrado, etc. Sin embargo, las recomendaciones generales son:
– Esperar al menos 90 días antes devolver a intentarlo, siempre y cuando la menstruación haya vuelto de manera natural y sin complicaciones y se hayan cumplido dos ciclos enteros. Mantener relaciones sexuales antes sin preservativo puede provocar una infección en la mujer si aún no habían cicatrizado bien sus heridas.
– Sin embargo, desde el punto de vista emocional, la mujer puede necesitar más tiempo hasta sentirse preparada para intentar concebir otra vez. Muchas mujeres que han experimentado abortos espontáneos tienen miedo de volver a perder el niño. Afortunadamente, la gran mayoría de las mujeres que han tenido un aborto espontáneo tiene un embarazo normal la siguiente vez.
– Tomarse las cosas con calma y tranquilidad. Estar relajada es fundamental para lograr la concepción.
– En principio, las posibilidades de volver a lograr un embarazo son las mismas que para cualquiera otra mujer de su edad, a no ser que la causa del aborto fuera una enfermedad de la madre (diabetes mal controlada, lupus eritematoso sistémico o enfermedad tiroidea) que aún no haya sido controlada.
– Una vez conseguido el embarazo, hay que desterrar el miedo y no pensar que se va a sufrir de nuevo un aborto. La causa más común de los abortos naturales es una anomalía cromosómica en el feto. Según los expertos, hasta el 70% de los abortos espontáneos que tienen lugar durante el primer trimestre se origina por este motivo. Las anomalías cromosómicas aumentan con la edad: las mujeres mayores de 35 años corren un riesgo mayor de aborto espontáneo que las mujeres más jóvenes.
Los hábitos de la madre también pueden incrementar el riesgo de sufrir un aborto espontáneo durante el primer trimestre. Las mujeres que beben alcohol, fuman o consumen drogas ilícitas corren un riesgo mayor.Asimismo, el uso indiscriminado de analgésicos, antiinflamatorios (por ejemplo, ibuprofeno) y aspirinas puede aumentar su riesgo de sufrir un aborto espontáneo. Se debe tener en cuenta todo esto y cuidarse mucho para evitar un nuevo aborto.