Hoy queremos hablar sobre una pieza de indumentaria que suele utilizarse muchísimo durante esta época del año, se trata de las chanclas, debemos tener cuidado con estas ya que pueden traernos muchos problemas dependiendo de nuestras circunstancias. Por eso, hoy te contamos sobre todas las precauciones que deberías tomar para evitar todos los problemas, ¡presta mucha atención!
Los expertos indican que las sandalias pueden causarnos lesiones importantes no solo en los pies y tobillos sino también afectar a nuestras caderas y espalda. Incluso pueden crear pie plano a quien no lo tiene.
Las sandalias de dedo nos provocan que las agarremos con los dedos, haciendo nuestra zancada más corta y haciendo una gran fuerza, innecesaria, cuando los pies tocan el suelo. Esta fuerza se transmite a las piernas y aumenta la presión sobre la parte inferior de nuestro cuerpo.
Además ¿quién no se ha resbalado alguna vez con las chanclas o se ha caído? Estos resbalones a veces acaban en torceduras de tobillo o esguinces.
Las chanclas son necesarias para determinados momentos pero debemos evitar ir todo el día con este calzado y sobre todo en las ocasiones en los que hacemos deporte.
Los especialistas nos recomiendan escoger zapatos con buen apoyo en la zona del puente y que el talón no baile en el zapato, sino que esté sujeto. Olvidaos de los materiales baratos y huid de plástico y del algodón. Merece la pena invertir en un calzado de calidad que nos evitará futuras lesiones y heridas por los materiales baratos.
El primer consejo que vamos a darte es que evites su uso diario y continuo, especialmente a la hora de realizar deportes. Además, opta por aquellas que no tienen una suela demasiado plana, sino las que permiten una mayor amortiguación al caminar y además, que tengan algo de elevación en el talón. Cuidado con las que son demasiado delgadas, y elige las que tienen antideslizante para evitar caídas y resbalos que pueden poner en riesgo el tobillo.
Por otro lado, es recomendable que escojas chanclas cuyas tiras de sujección no son muy rígidas, pues pueden causar ampollas o rozaduras. Lo mejor es optar por aquellas que tienen tiras en el tobillo y talón, de esta forma evitamos que el pie deba sujetar el calzado por los dedos, distribuyendo mejor el esfuerzo al caminar en todo el pie y reducir la inestabilidad que puede ser causa de lesiones.
Para terminar, lo mejor son elegir sandalias que permitan el apoyo del puente plantar, de manera que el pie pueda apoyarse por completo al caminar y no se sobrecargue únicamente en la parte delantera. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de gran utilidad y puedas cuidar mejor de la salud de tus pies.