La diabetes es una enfermedad que cada vez más personas alrededor del mundo están sufriendo, y es importante para ellas llevar una correcta alimentación, ya que los ayudará a combatir los síntomas y a evitar que la enfermedad progrese.
Para poder controlar el nivel de azúcar en la sangre, toda persona con diabetes necesita conocer qué tipo de comida es la adecuada, y la cantidad y el momento correcto del día para consumirla.
Así que si sufres de diabetes, toma en cuenta los siguientes consejos de nutrición para diabéticos y mejora tu régimen alimenticio y tu calidad de vida.
Azúcar
Si eres diabético no necesariamente debes eliminar la azúcar de tu dieta, pero debes consumirla con moderación (déjala para ocasiones especiales y en poca cantidad). Para sustituirla en tu alimentación diaria puedes cambiar las gaseosas por soda, comer una ensalada de frutas en vez de helado o una trozo de queso en vez de pastel.
Carbohidratos
Estos deben estar balanceados en tu dieta, pues pueden aumentar el nivel de azúcar en la sangre. Lo más recomendable es consumir carbohidratos complejos tales como vegetales, legumbres y granos enteros, ya que estos tardan más en ser digeridos y mantienen constante el nivel de azúcar.
Establece un horario
Debes consumir tus comidas de forma regular y de ser posible a la misma hora para mantener estable el azúcar en la sangre. Para ello debes consumir porciones pequeñas de comida a intervalos regulares, ingerir más o menos la misma cantidad de calorías diariamente, respetar los límites de tu cuerpo (si estás satisfecho y lleno, no sigas comiendo) y además no debes saltearte el desayuno.
Grasas
Estos elementos son esenciales para algunas funciones de nuestro cuerpo. Lo recomendable es consumir grasas no saturadas como aceite de oliva, aguacate, nueces, salmón y semillas de linaza.
Es importante que las personas diabéticas se controlen con un médico, y sigan estas pautas y hábitos de alimentación para evitar consecuencias graves y disfrutar de una óptima calidad de vida a pesar de su enfermedad.
- Se recomienda realizar de 4 a 6 comidas al día para evitar descompensaciones de glucemia y distribuir correctamente el aporte de calorías, de manera que un 55-60 por ciento sea en forma de hidratos de carbono, un 15-20 por ciento, en proteínas y menos de un 30 por ciento, en grasas.
- En todas las comidas deben tomarse hidratos de carbono de absorción lenta como el pan, patatas, legumbres, pasta o arroz, pero ajustando las cantidades.
- Se debe tomar verdura a diario, así como pescado o carne y dos piezas de fruta. También se recomiendan los lácteos, pero desnatados.
- Hay que consumir alimentos ricos en fibra como verduras, hortalizas, fruta con piel, pan integral, etc., pues la fibra retrasa la absorción de los hidratos de carbono, disminuye la absorción de las grasas y ayuda a evitar el estreñimiento.
- Se deben evitar los hidratos de carbono de absorción rápida como el azúcar, la miel, los zumos de fruta, los helados, la bollería y los dulces para diabéticos, ya que también contienen derivados de azúcares. El azúcar es muy útil en el tratamiento de la hipoglucemia; sin embargo se recomienda mantener su ingestión en menos del 10 por ciento del aporte energético total.
- No tomar alcohol de manera habitual; si en alguna comida se toma algo, debe ser en pequeñas cantidades y, ante todo, no debe ser dulce.
- La cerveza sin alcohol tiene una alta cantidad de un hidrato de carbono, la maltosa y, por tanto, lleva muchas calorías.
- La mejor manera de cocinar los alimentos es a la plancha, al vapor, hervidos o al horno y hay que ir adquiriendo práctica en calcular las cantidades sin usar la báscula permanentemente.
- Se puede usar cualquier tipo de condimento para realzar el sabor de los platos como: ajo, ajedrea, albahaca, azafrán, laurel, mostaza, nuez moscada, orégano, perejil, pimienta, pimentón, guindilla, romero, tomillo, canela, clavo, comino, curry, estragón o hierbabuena.
- Es positivo adquirir la costumbre de leer la composición de los alimentos envasados, pues una gran cantidad de éstos llevan azúcar sin un motivo dietético, como, por ejemplo, la mayonesa o el pan tostado.
¡Sigue estos consejos y lo comprobarás!