La fiebre es la subida de la temperatura corporal por una causa patológica. Tiene una función defensiva en infecciones ya que el crecimiento de ciertos gérmenes es inhibido a elevadas temperatura.
La mayoría de las bacterias que atacan al ser humano necesitan una temperatura de 36-37ºC para vivir y multiplicarse. Si nuestro cuerpo aumenta su temperatura varios grados, está impidiendo el crecimiento de la población bacteriana, o incluso su completa eliminación.
Normalmente nos medimos la temperatura cuando nos sentimos enfermos, utilizando un termómetro.
La temperatura corporal de la mayoría de las personas varía incluso un poco a lo largo del día: suele ser un poco más baja por la mañana y un poco más alta por la tarde, y puede fluctuar cuando los niños corretean, juegan y hacen ejercicio.
No obstante, a veces, el hipotálamo “reajusta” el cuerpo a una temperatura más alta como respuesta a una infección, enfermedad o algún otro motivo. Entonces, ¿por qué el hipotálamo ordena al cuerpo que varíe la temperatura? Los investigadores creen que el aumento de la temperatura es la forma que tiene el cuerpo de combatir los gérmenes que causan infecciones y de hacer que el cuerpo sea un lugar menos agradable para ellos.
En aquellos casos que la temperatura se sitúa fuera de esos parámetros, en general se habla de:
- Hipotermia, cuando la temperatura corporal es inferior a los 36º
- Febrícula, cuando la temperatura es de 37.1-37.9º
- Hipertermia o fiebre, cuando la temperatura es igual o superior a 38º
Algunos termómetros digitales se han diseñado específicamente para tomar la temperatura por el recto, pero la mayoría se pueden utilizar por vía rectal, oral o debajo del brazo. (Si tomas la temperatura de tu niño por medio de más de un método, es buena idea designar un termómetro para cada método.)
Los termómetros digitales del oído, llamados termómetros timpánicos, son generalmente más costosos y sólo pueden usarse en el oído.
Esto nos lleva a preguntarnos dónde nos conviene colocar el termómetro para obtener el mejor resultado: en el recto, en el oído, o en la axila. (Tomar la temperatura de tu niño por la boca no es una opción hasta que sea un poco mayorcito.)
Cada método tiene sus ventajas y desventajas, así que habla del tema con tu médico para ver cuál te recomienda para tu hijo.
¿Qué causa la fiebre?
Es importante recordar que la fiebre en sí no es una enfermedad; la mayoría de las veces es síntoma de un problema subyacente.
Las causas potenciales de la fiebre son las siguientes:
Infección: La mayoría de las fiebres se deben a una infección u otra enfermedad. Al estimular los mecanismos naturales de defensa, la fiebre ayuda al cuerpo a combatir las infecciones.
Exceso de ropa: Los bebés, en especial los recién nacidos, pueden tener fiebre si están demasiado abrigados o se encuentran en un ambiente caluroso, porque no son capaces de regular su temperatura corporal. Sin embargo, debido a que la fiebre puede ser indicio de una infección grave en los recién nacidos, incluso los bebés que han sido abrigados en exceso deben ser examinados por un médico si tienen fiebre.
Inmunizaciones: Los bebés y los niños pueden presentar algo de fiebre después de haber sido vacunados.
Hay que tener en cuenta que la temperatura corporal puede variar hasta 2 gradosen función de la zona de medición (la rectal es casi un grado más alta que la bucal) y conviene no comparar mediciones de diferentes áreas, una pauta que conoce la mitad de la población encuestada.
Según este estudio, el 91% de los encuestados se toma la temperatura en la axila, frente a otras opciones poco contempladas como la frontal (3,3%), la oral (2,9%), el oído (2,2%) o la rectal (0,3%). En el caso de la medición en niños pequeños, la zona más extendida entre los encuestados es la axilar (82%) por delante de la frontal (10,1%), el oído (9,8%), la rectal (6,2%) o la oral (5,2%).
La temperatura también puede variar según la hora del día, el género de la persona, el haber realizado algún tipo de actividad física o ingerido alimentos en el momento previo a la medición.
Se recomienda limpiar el termómetro utilizando algodón empapado en alcohol o solución desinfectante después de cada uso.
Después de una ducha, es necesario esperar al menos 20 minutos para garantizar una lectura de la temperatura precisa. Tal solo el 13% de la población conoce esta recomendación.
En el caso de la medición por infrarrojos, el termómetro debe estar en la misma habitación donde se toma la temperatura del paciente al menos veinte minutos antes de la medición, recomendación desconocida para el 83% de los encuestados por PIC Solution.
Se puede colocar una sonda en la boca, el recto o la axila.
- La boca: coloque la sonda bajo la lengua y cierre la boca. Respire por la nariz y utilice los labios para mantener el termómetro bien fijo en su lugar. Deje el termómetro en la boca por tres minutos o hasta que se escuche la señal electrónica del dispositivo.
- El recto: este método es recomendable para bebés y niños pequeños que no son capaces de sostener el termómetro en la boca con seguridad. Lubrique el bulbo del termómetro rectal con vaselina. Coloque al niño boca abajo en una superficie plana o sobre el regazo. Separe sus glúteos e introduzca el extremo del bulbo del termómetro un poco más de 1 a 2 cm (1/2 a 1 pulgada) en el canal anal, teniendo cuidado de no introducirlo demasiado. El forcejeo puede empujar el termómetro más adentro. Retire el termómetro después de tres minutos o cuando se escuche la señal electrónica del dispositivo.
- La axila: coloque el termómetro en la axila con el brazo presionado contra el cuerpo. Espere 5 minutos antes de leerlo.
Los termómetros de mercurio se usaban con frecuencia en el pasado. Este tipo de termómetro es un tubo delgado de vidrio que tiene un línea plateada por dentro. Esta línea es formada por el mercurio que llega hasta la burbuja en la punta.
El mercurio es un químico tóxico muy peligroso. La agencia de protección ambiental (sigla inglesa EPA), la academia americana de pediatría (sigla inglesa AAP) y otras organizaciones se oponen al uso de los termómetros de mercurio. Si el termómetro de mercurio se rompe, el mercurio puede ser respirado o absorbido por su piel. El mercurio es perjudicial para su salud, al igual que lo es para el agua, los animales y la naturaleza.
Si usted tiene un termómetro de mercurio, reemplázelo por uno digital. También puede reemplazarlo por un termómetro que tenga alcohol o galistan en vez de mercurio. Si su termómetro de mercurio se rompe, no toque ni el termómetro ni el mercurio. No intente limpiar el sitio donde se partió el termómetro. Abra las ventanas para que entre aire fresco. Lleve a los niños y las mascotas a otro sitio inmediatamente.