Seguramente has oído hablar o habrás visto en alguna ocasión una cataplasma. Ya sea la clásica bolsa de hielo para el dolor de cabeza o bajar inflamaciones, o un trozo de carne para los ojos inflamados.
Pero las cataplasmas de las que te hablaremos hoy se tratan de aquellos remedios naturales a base de plantas medicinales, que se utilizan de forma externa (sobre la zona afectada) para tratar diversas dolencias o alteraciones en el cuerpo y la salud.
Mediante unos sencillos pasos, te mostraremos cómo preparar tu propia cataplasma natural, para que así puedas sumar esta técnica a tu botiquín casero, y tenerla presente para el próximo caso de infección, inflamación, dolor muscular, esguince, quemadura, absceso, o cualquier otra afección, de las que pueden ser tratadas y aliviadas con la simple aplicación de una cataplasma.
Pero lo primero es lo primero, y antes de comenzar a ver los pasos para este tratamiento, tendrás que escoger la hierba medicinal que utilizarás. Obviamente, esta debe contener amplias propiedades medicinales para aliviar el problema deseado, como podría ser la ortiga para las depuraciones, la malva para la inflamación o el tilo para la irritación cutánea.
Hierbas no te faltarán para elegir en cualquier herboristería, pero dependiendo de si adquieres hierbas frescas o secas, es como prepararás tu cataplasma.
Cataplasma con hierbas frescas
En estos casos debes poner a hervir la cantidad de hierba fresca necesaria para cubrir la zona a tratar, en un cazo con el doble porcentaje de agua. Déjala que se cueza por unos minutos a fuego lento, y cuando esté lista, escúrrela un poco y colócala en un mortero o recipiente donde la vayas a machacar.
Ahora debes machacar y apisonar muy bien las hierbas naturales para que se forme la pasta que utilizarás en tu cataplasma.
Ten en cuenta que si bien la hierba puede conservar un poco de agua, no es conveniente que sea demasiada, ya que lo mejor es que se forme una pasta flexible pero consistente, sin llegar a ser acuosa.
Muy bien, ahora escoge un tejido resistente y que permita el paso de las propiedades medicinales de la planta, como puede ser un paño de algodón, lino o una muselina. Coloca allí tu pasta de hierbas y cierra el pañuelo con un nudo o una cinta.
Cataplasma con hierbas secas
Si en cambio cuentas con hierbas secas, el proceso para preparar tu cataplasma será más rápido, pues solo debes colocar la hierba seca en el mortero, y machacarlo hasta que se reduzca a un polvillo.
Cuando ya tengas la hierba reducida, vierte un poco de agua caliente, pero solo lo suficiente para formar una pasta espesa y manejable.
Como en el caso anterior, coloca la pasta en la tela a tu elección y tendrás tu cataplasma lista.
Como aplicar la cataplasma
Esto es muy sencillo. Una vez que la tengas lista, solo debes aplicar la cataplasma sobre la zona del cuerpo dolorida o inflamada. Déjala actuar como mínimo durante una hora, así das tiempo a la piel de absorber las propiedades curativas de la hierba.
Un buen momento para aplicar estos remedio naturales es cuando se está acostado y relajado, pudiéndose también aprovechar un momento de descanso frente al televisor para aplicarse este tratamiento sumamente sencillo.
Ahora ya sabes como preparar una cataplasma casera para tratar problemas leves de la salud. Solo asegúrate de escoger la hierba adecuada, y posiblemente tu problema desaparezca al poco tiempo de implementado este tratamiento.