La curiosidad innata de nuestros hijos hace que muchas veces se encuentren expuestos a sufrir caídas, golpes y cortes que les producen heridas de distinta consideración.
Toda nuestra atención va a ir enfocada a la prevención de la infección y a favorecer la cicatrización. La infección puede estar causada por microorganismos que viven en el medio ambiente y que entran en contacto con nosotros al producirse la herida, y también por gérmenes que habitualmente viven en nuestra piel y que aprovechan la ocasión para colarse. Recordemos que al producirse una herida perdemos la barrera natural de nuestra piel contra la infección. Por eso es muy importante hacer una buena cura para evitarla, ya que una infección puede retrasar o impedir la cicatrización de la piel e incluso producir problemas más graves en la zona de la herida o en forma de infección generalizada.
Cuando nuestro hijo viene a buscarnos (muchas veces llorando), porque se ha caido y se ha hecho una herida, nuestra primera misión como padres es tranquilizarle para que nos deje explorarle para ver qué es lo que le ha pasado y curarle adecuadamente. Es importante que hagamos partícipes a nuestros hijos de todo el proceso de curación, para que se acostumbren desde pequeños a ver sus heridas y aprendan a cuidarse de sí mismos y curarse ellos cuando sean un poco más mayores. Supongo que en mi caso es deformación profesional, pero en cuanto me hago alguna herida ya tengo a mis niñas encima para verla y ayudarme a curarla.
Una vez que el niño se ha tranquilizado, vamos a ver qué tenemos que hacer. Si la herida sangra un poco, podemos presionar con algo limpio durante unos minutos, con el fin de que ceda el sangrado y podamos hacer la cura. La parte más importante de la cura y en la que tenemos que prestar más atención, es la limpieza de la herida. Recordemos que cuando nos caemos al suelo o nos golpeamos con algo, nuestra piel pierde su integridad y con ello, perdemos nuestra barrera de protección de nuestro organismo frente a la entrada de microorganismos, que nos pueden causar infección. Además, estas heridas no suelen ser limpias, ya que nuestros hijos normalmente se las hacen en el parque o en la calle, con lo que la posibilidad de infección aumenta al ser zonas muy contaminadas. Con el lavado no sólo eliminamos microorganismos, sino también restos de arena o suciedad que pueden entorpecer la cicatrización de la herida.
Por todo ello, debemos hacer hincapié en un lavado correcto. Previamente deberemos lavarnos nosotros las manos, con el objetivo de evitar contaminar más la herida. El lavado se puede hacer con suero fisiológico o con agua del grifo, templados, ya que su misión es eliminar por arrastre todos aquellos gérmenes que contaminan la herida. Podemos ayudarnos para el lavado de un jabón suave y frotar suavemente la herida durante unos minutos hasta eliminar toda la suciedad. Después aclararemos con suero fisiológico.
Una vez limpia, una buena desinfección
Si ya tenemos nuestra herida limpia y reluciente, es el momento de aplicar un buen antiséptico. Los antisépticos nos ayudan de dos maneras: por un lado eliminan las bacterias y virus que hayan podido quedar en la herida a pesar del lavado, y por otro lado suelen tener un efecto residual que evita que se contamine la herida durante las horas siguientes a haberse producido.
Ya os hemos contado en el artículo Mitos y realidades en la desinfección de heridas y uso de antisépticos la gran variedad de productos que existen y cómo elegir el más adecuado. Debemos aplicar el antiséptico mediante una gasa, a ser posible estéril, y siempre de la siguiente manera: empezamos por el centro de la herida y continuamos hacia los bordes. De esta forma no metemos gérmenes desde la periferia de la herida (zona más contaminada), hasta el centro (zona menos contaminada). También debemos impregnar de antiséptico la zona alrededor de la herida
Hay que evitar antisépticos como el alcohol que pueden desecar la herida, son dolorosos y favorecen la infección debajo de la costra que se forma. Yo para este tipo de heridas os recomiendo la Clorhexidina ya que es incolora, no irritante, no se inactiva en presencia de sangre, no daña el tejido de granulación y tiene un efecto residual de 6 horas. Una vez aplicado el antiséptico, lo dejaremos secar al aire y daremos por concluida la cura.
¿Cuanto tiempo hay que usar el antiséptico? En este tipo de heridas lo habitual es aplicarlo 2 veces al día durante 24-48 horas, momento en que aparece el tejido de granulación.
¿Herida tapada o destapada?
Normalmente las pequeñas erosiones no es necesario taparlas, aunque si hay riesgo de que pueda entrar suciedad en la herida, podríamos taparla durante el rato que esté el niño jugando, para evitar que se le pueda volver a contaminar.
Las heridas que el niño se ocasiona pueden ser de distinto tipo y requieren un tratamiento diferente, en función de la causa que las haya provocado.
1. Heridas por corte. Son cortes limpios producidos por una lámina. La pérdida de sangre puede ser grave y peligrosa, especialmente si se hiere una arteria.
2. Heridas por abrasión o contusión. Los bordes de este tipo de heridason irregulares. De la herida sale un suero, un líquido transparente del color de la paja.
Si el corte es superficial, no está sucio y no contiene cuerpos extraños, será suficiente con desinfectarlo con una gasa humedecida en alguna sustancia desinfectante y dejar que se seque al aire libre, sin cubrirlo con gasas ni tiritas, a menos que se trate de una zona que se puede ensuciar fácilmente, como una mano o un pie. En este caso, se aconseja tapar laherida con una tirita o una gasa estéril (grasa, para evitar que se pegue a la herida), sin aplicar necesariamente desinfectantes antisépticos. Si, por el contrario, la herida está sucia, es necesario lavarla bien con agua corriente, intentando retirar delicadamente la suciedad con una gasa empapada en alguna sustancia desinfectante. Usar un jabón puede resultar de utilidad, mejor si es líquido, pues penetra mejor en la herida.
Cuándo dirigirse al pediatra
La intervención del pediatra puede ser útil en los siguientes casos:
– La hemorragia no se detiene después de estar 10 minutos comprimiendo la herida.
– El corte es muy profundo y se necesitan algunos puntos de sutura.
– En la herida hay suciedad, que no se consigue eliminar bien.
– El niño no está protegido contra el tétanos.
– La herida parece estar infectada.
– La herida no se cura pasados 10 días.
Por otro lado, existen las heridas por punta: en general, son pequeñas, pero profundas, como la herida en un pie producida por un clavo o laherida en un ojo producida por un lápiz. A menudo, en este tipo deherida, no sale sangre. Este hecho, unido a la rapidez con la que suele cerrarse el agujero, hace que tales heridas se infecten con cierta facilidad; también el tétanos, si el niño no está bien vacunado, es una posible complicación. En este caso, la parte herida debe sumergirse en agua caliente y jabón líquido durante cerca de un cuarto de hora para favorecer la circulación sanguínea y la limpieza de la herida.
Cuándo dirigirse al pediatra
– La herida ha sido causada por un objeto que está sucio o la piel en el momento de la herida estaba sucia.
– El objeto que ha causado la herida ha atravesado la suela del zapato.
– En la herida quedan fragmentos de suciedad o la punta del objeto.
– La herida se ha producido en la cabeza, en tórax, el abdomen o en una articulación.
– La herida necesita puntos de sutura.
– La herida parece haberse infectado.
– Al niño no se le ha puesto la vacuna antitetánica.