Las raspaduras, también conocidas como abrasión o erosión de la piel son una herida que en la enorme mayoría de las ocasiones se producen tras un accidente, ya sea uno torpe y leve o uno peligroso de mayor magnitud. Muchas veces tenemos que tratar con las raspaduras, sobre todo si tenemos niños a cargo. Por eso es que hoy en OtraMedicina, vamos a mostrarte cómo curar raspaduras de forma natural.
Una raspadura es una herida en la piel, la zona en la que se sufre la raspadura suele sentirse caliente y a veces hinchada, acompañada por una sensación de ardor y comezón. Al producirse la herida, la piel se desprende, dejando el camino libre a bacterias y a posibles infecciones, por eso es importante tratarlas de forma adecuada.
Los niños y los ancianos, son mucho más propensos a sufrir de una raspadura, ya que en el caso de los niños, suelen ser menos cuidados y en ambos casos, suelen tener accidentes como golpes o caídas, por tener mayor dificultad en controlar sus movimientos.
Ocurre sobre todo al caerse, en algunos casos practicando algún deporte, jugando o por simples accidentes en la casa e incluso caminando en el asfalto.
Los tipos de raspaduras pueden variar, desde una provocada por un simple rose contra una superficie porosa que levanta la piel, donde la piel se desprende y la zona queda primero con un color rosáceo y luego rojo, dando lugar a una herida, a otras más complejas como quemaduras por la exposición prolongada al rose y el desgaste de la piel.
Higienizando la herida
Es muy importante higienizar la zona y evitar una infección, ya que la zona al perder la capa protectora de la piel, queda expuesta a la entrada de bacterias de todo tipo.
Se recomienda lavar la zona con jabón antibacterial o antiséptico, asegurarnos de que la zona este limpia y libre de residuos o agentes de ajenos a nuestro organismo y también cubrir la zona con vendas de tela o vendas farmacéuticas para cumplir una función similar a la de la piel mientras esta se recupera.