La menta, tan conocida por ayudar a refrescar el aliento y la boca, es una hierba de innumerables propiedades medicinales. Y aunque estamos familiarizados con ella por la cantidad de productos dentales que se ofrecen en los mercados, no estamos ni siquiera cerca de imaginar cuántos beneficios para nuestra salud reporta esta planta. Echemos una ojeada y los sabremos.
Digestión
La menta es un excelente aperitivo que promueve la digestión debido a su tan peculiar aroma. Ayuda a calmar el estómago en casos de indigestión, inflamaciones, etc. Esta fragancia que exhala activa las glándulas salivales de la boca, así como aquellas glándulas que secretan las enzimas digestivas facilitando el proceso.
Náuseas y dolores de cabeza
Y también su aroma es un excelente y rápido remedio para la náusea. Si alguna vez la sientes, prueba a oler el aceite de menta, hojas de menta machacadas o cualquier producto a base de dicha hierba, y verás cómo se alivia. El bálsamo de menta puede ser usado para aliviar los dolores de cabeza cuando se frota en la frente, la nariz y las sienes.
Desórdenes respiratorios, catarros y otros.
Y volvemos con la agradable fragancia de la menta: es muy eficaz para descongestionar la nariz, la garganta, los bronquios y los pulmones, aliviando los trastornos respiratorios causados por el asma, gripes, etc. Los inhaladores de menta son más saludables, efectivos y ecológicos que otros.
La menta es rica en oleum menthae piperitae, una esencia cuyo componente principal es el mentol, de hecho esta sustancia supone alrededor de un 50% de su composición. Otras sustancias importantes que contiene es el metiléster (alrededor de un 20%), mentona (sobre un 12%), así como jugos amargos y taninos. Las sustancias amargas de la menta estimulan la secreción de los jugos digestivos, son estomacales, carminativas y reducen las diarreas.
La menta es también un excelente colagogo y espasmolítico suave, adecuado en la inflamación de la vesícula, nerviosismos, insomnio, calambres, vértigos, jaquecas, etc. Tiene un ligero poder antiséptico y bactericida, es útil en las inflamaciones de la laringe, bronquitis, en inhalaciones contra el catarro, y en usos tópicos. La leyenda le supone propiedades afrodisíacas y excitantes.
Por su alto contenido en mentol, el aceite esencial de menta piperita es muy empleado en licorería, caramelos, etc. En aguas aromáticas (aqua menthae piperitae), alcoholatos mentolados (spiritus menthae piperitae) empleados para la fabricación de dentífricos, así como masajes y fricciones para los dolores de cabeza.
En la cocina es muy utilizada como planta aromática, condimento para sopas, salsas, y en el té. En Mitchan, Inglaterra, se produce la esencia de menta más apreciada.
Posee virtudes estimulantes y tónicas.
• Ejerce como calmante del dolor provocado por los nervios, sobre todo cuando éste es de muelas.
• Es estomacal y favorece el buen funcionamiento de la vesícula biliar.
• Los cocimientos de menta aplicados en fomentos ayudan a combatir las contusiones, asimismo la sarna.
• Antiguamente los griegos y romanos utilizaban la llamada menta poleo para contrarrestar el efecto que producían las mordeduras de serpiente, las picaduras de insecto y escorpión. Al mismo tiempo, combatía los trastornos urinarios, el dolor de cabeza, los vómitos, la tos y los dolores provocados por el periodo menstrual.
• Las partes utilizadas de esta planta son las hojas y las flores.
Infusión de menta para afecciones de la vesícula biliar
A una taza de agua hirviendo añadir un par de cucharaditas de hojas frescas o secas de menta. Dejar reposar unos 15 minutos tapada. Tomar dos o tres veces al día.
Infusión de menta y otras plantas para vértigos y náuseas
A una taza de agua hirviendo añadir unas dos cucharaditas de una mezcla a base de hojas de menta, flores de manzanilla y hojas de melisa. Dejar reposar unos 15 minutos tapado. Tomar una o dos veces al día.