Los beneficios del vino han sido demostrados en incontables ocasiones, y su potencial antioxidante es un escudo protector ante muchísimas enfermedades. ‘El vino es bueno para el corazón‘ es una frase que ya se ha convertido en un cliché, pero que no engloba la cantidad de beneficios del vino que la ciencia ha sabido demostrar.
En este caso se destaca el potencial del vino para mejorar la salud ocular, una propiedad del vino que se debe una vez más a un compuesto muy conocido en medicina natural, el resveratol. El resveratol está presente en gran medida en la cáscara de las uvas, y por ende en el vino, que tiene un alto contenido de sustancias presentes en ellas.
La investigación fue dirigida por el Dr. Rajendra Apte de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, quien ha demostrado que el resveratol protege de la angiogenesis anormal, una enfermedad que implica la formación de venas mutadas o dañadas en el ojo.
El resveratrol puede jugar un papel crucial para revertir y prevenir los efectos dañinos de la enfermedad macular relacionada con la edad y la retinopatía diabética, de acuerdo con una investigación de la Washington University School of Medicine publicada en el Diario Americano de Patología.
Este antioxidante, que se encuentra en la piel de las uvas con las que se elabora el vino tinto, además de emplearse para prevenir envejecimiento prematuro y enfermedades cardiovasculares,diabetes y cáncer, mostró importantes beneficios vasculares en pruebas realizadas en ratones con problemas oculares.
os experimentos en las retinas de ratones demostraron que el resveratrol puede inhibir la angiogénesis, patología que se deriva de la formación anormal de vasos sanguíneos nuevos.
Dicha patología es causante de enfermedades como la retinopatía diabética, que afecta a ambos ojos y causa ceguera principalmente en adultos mayores; así como de la enfermedad macular relacionada con la edad, que también provoca pérdida de la visión.
Este estudio se plantea como una esperanza para aquellos que sufren de estos padecimientos, además de otras enfermedades donde laangiogénesis desempeña un papel destructivo, como el cáncer.
Por lo cual, el consumo diario de vino tinto sigue siendo una importante opción dentro de la dieta normal; sin embargo, para lograr la repercusión positiva en la salud ocular que este estudio indica, serán necesarias altas dosis (por determinarse) que podrían suministrarse a través de complementos como pastillas, cápsulas y polvos.